Las primarias abren grietas en el fortín político de Pachi Vázquez

d. s. SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El sector pachista, alineado muy activamente en las primarias con la candidatura de Méndez Romeu, se alzó con 479 votos en Ourense, frente a los 443 obtenidos por sus detractores

01 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo que entre los socialistas gallegos se ha dado en llamar «pachismo», el fortín político construido por Pachi Vázquez en la provincia de Ourense, desde la cual se repartieron durante años puestos en las listas electorales, cargos de relevancia en las ejecutivas y algunos sillones bien remunerados en los entes más recónditos de la Administración gallega, se está desmoronando. Las primarias del sábado pusieron al descubierto las profundas grietas de la fortaleza edificada por el barón ourensano del PSOE, que solo se sostuvo en pie por una exigua diferencia de 36 votos. El pachismo empieza a sufrir fugas. Y sus detractores creen que solo es cuestión de tiempo que la estructura se venga abajo como un castillo de naipes.

El sector pachista, alineado muy activamente en las primarias con la candidatura de José Luis Méndez Romeu, se alzó con 479 votos en la provincia, frente a los 443 obtenidos por sus detractores, que jugaron en el campo de Fernández Leiceaga. Ganó de forma muy apretada, después de perder tres procesos de primarias consecutivos: la elección del secretario general del PSdeG en el 2013, donde el pachismo respaldó a Manel Vázquez frente a Besteiro; las elección del secretario general del PSOE en el 2014, que colocó a Laura Seara, Pachi Vázquez y al secretario provincial, Raúl Fernández, en el lado de Madina en vez de Pedro Sánchez; y finalmente las primarias celebradas en la capital de la provincial para elegir el candidato a la alcaldía, en el que Pachi Vázquez cayó derrotado a los pies de Vázquez Barquero.

Cuatro focos de resistencia

Por primera vez en años, la contestación al barón provincial del PSdeG es algo que trasciende a la ciudad de As Burgas, donde Pachi Vázquez siempre fue visto con recelo, lo que acabó enemistándolo con el anterior alcalde y discípulo, Francisco Rodríguez. Al foco de resistencia en la ciudad se sumó un segundo bastión, la comarca de Valdeorras, con el alcalde de O Barco y presidente de la Fegamp, Alfredo García, a la cabeza, que fue capital para que en la cesta de Leiceaga entraran 48 votos de su agrupación, y solo 2 para Méndez.

La tercera pata de la resistencia contra el que fuera todopoderoso secretario general del PSdeG está clavada en Verín, con 29 votos para Leiceaga y 18 para Méndez, cuya agrupación socialista se mueve bajo el influjo del abogado y exdiputado autonómico Juan Carlos Francisco.

Pero el cambio fundamental es que la oposición al pachismo cuenta con una cuarta pata, la de Ribadavia y parte de la comarca de O Ribeiro (50 votos Leiceaga y 3 Méndez). No hace tanto que el barón provincial en la sombra tenía alzado su banderín en esta plaza, que se lo desmontaron entre el exsenador Miguel Fidaldo y, sobre todo, el exalcalde Marcos Blanco, la esperanza blanca de la oposición a Pachi Vázquez para pelear dentro de un año por hacerse con el mando del PSOE en esta provincia.