La alianza que hilvanó Besteiro fue vital para ganar la batalla

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

SANDRA ALONSO

La «pax» sellada por las facciones enfrentadas del PSOE provincial coruñés aupó a Leiceaga

29 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Prácticamente no hay nadie con cierta relevancia en el PSOE gallego que no se pusiera del lado de José Luis Méndez Romeu en la batalla de las primarias. Cargos institucionales con influencia o mando en plaza en el partido como Abel Caballero, Carmela Silva o José Blanco, a los que hay que sumar a Beatriz Sestayo, María Quintas, Mar Barcón, Sánchez Bugallo o Marisol Soneira, promovieron activamente esta candidatura, a la que también se aferraron algunos notables defenestrados como el exministro Francisco Caamaño, el exsecretario general Pachi Vázquez o el exalcalde lucense López Orozco. Todos ellos fueron posando en esa foto generacional construida por Méndez Romeu durante la campaña interna para trasladar hacia afuera la sensación de poderío. La batalla parecía ganada solo con ver los galones. No debían perder. Y sin embargo perdieron.

Para entender lo ocurrido hay que regresar a junio del 2012. Fue entonces cuando Salvador Fernández Moreda, uno de los escasos militantes que tenía el PSOE gallego cuando se refundó a partir de Suresnes, dio un paso atrás para ceder el liderazgo en la provincia de A Coruña, la más importante, pues tiene el 38 % de los militantes, casi tantos como en Pontevedra y Ourense juntas.

Por el relevo de Moreda compitieron el ya exministro Francisco Caamaño, el diputado José Manuel Lage y el alcalde de As Pontes, Valentín González Formoso. La partida la ganó Caamaño, pero su renuncia a la integración dejó el partido roto en pedazos. La guerra civil declarada desde entonces llegó al plano personal en muchos casos y dejó a su paso un panorama de tierra quemada, en la que prendieron las semillas de AGE, primero, y de las mareas, después.

Caamaño acabó recibiendo de su medicina, pues perdió los laureles con el golpe certero preparado por sus adversarios internos bajo la observación de la dirección gallega, capitaneada ya por Besteiro y Pilar Cancela.

Con la llegada de Julio Sacristán a la secretaría provincial se produce la inflexión que conduciría recientemente a la firma de la pax coruñesa, en la que tanto empeño puso Besteiro y su lugarteniente en la zona, el ahora presidente de la Diputación de A Coruña, González Formoso. 

Hasta ese momento, los afines al exministro Caamaño, con el diputado Emilio Vázquez a la cabeza, y los afines a Lage Tuñas eran como agua y aceite. De mezcla imposible. No obstante, Besteiro inició maniobras aproximatorias a ambos, por separado, para acabar uniendo en torno a la candidatura de Leiceaga lo que parecía imposible unir.

Esa alianza política de la A-6, que cosió las costuras rotas del socialismo provincial coruñés y lo puso en línea con el fortín de Besteiro en Lugo, resultó clave en el desenlace de las primarias del PSdeG. Sin ella, no se puede explicar la derrota de Méndez Romeu ante un Leiceaga animado a dar el salto por el propio Besteiro, que además le prestó los apoyos necesarios para dar la batalla.

En su corta etapa de secretario xeral del PSdeG, el liderazgo de Besteiro siempre estuvo amenazado por sus detractores. Tras la crisis de la Diputación de Lugo y su imputación judicial, la hostilidad a Besteiro se tornó en una operación de acoso y derribo en la que Pachi Vázquez, José Blanco y otros acabaron sumando a Caballero. Pero en las primarias, Besteiro, o su fantasma, volvió para ganarles y retener el control del PSdeG desde las sombras.

Próxima estación: elección del secretario general del PSdeG

Tras la celebración de las elecciones primarias para decidir el nombre del candidato a la Xunta, el PSdeG tiene una cita orgánica pendiente, que es la celebración de un congreso posterior para elegir un nuevo secretario general.

La dimisión de José Ramón Gómez Besteiro dejó el liderazgo del PSdeG descabezado, pese a que lo asumió de forma transitoria la comisión gestora presidida por la diputada Pilar Cancela, que fuera secretaria de organización con Besteiro.

La previsión de Ferraz es que el congreso gallego tenga lugar después del federal, previsto para el otoño. Eso sí, todo indica que los socialistas gallegos elegirán a su próximo secretario general también por el método de primarias.