Los peritos iluminaron a los magistrados de la Audiencia

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

XOÁN A. SOLER

La alta probabilidad de un accidente en Angrois que revelaron los expertos, clave en la reapertura de la causa

28 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los tres magistrados de Sección Sexta de la Audiencia coruñesa, con sede en Santiago, encontraron la luz sobre el caso Alvia en un asunto que, ellos mismos lo admiten, no habían tocado en anteriores resoluciones que sirvieron para desimputar a cargos del ADIF. Se trata de la evaluación de riesgos y las circunstancias que motivaron que el peligro «excesivo» y potencial de la curva se exportara en exclusiva al factor humano, al maquinista. Los informes periciales que más incidieron en este asunto fueron los del perito judicial César Mariñas, el informe encargado al ingeniero de la Universidad de Cantabria Enrique Castillo Ron, la pericial sobre errores humanos de Pilar Calvo y el informe de los expertos holandeses Frans Heijen y James Catmur, encargado por la aseguradora de Renfe. Aunque los magistrados admiten que este último es un informe de parte -El seguro de QBE aspira a compartir la responsabilidad civil con el ADIF-, lo destacan sobre los demás por «su interés y fiabilidad técnica».

Las periciales

¿Qué concluyeron los expertos? El auto destaca que tanto Mariñas como los técnicos holandeses coinciden en que el ADIF no realizó una evaluación de riesgos ajustada a la normativa. Los magistrados creen que buena parte de estos análisis se hicieron de forma «fragmentaria», a menudo a cargo de las empresas que eran responsables de los distintos subsistemas de la línea. Pero echan de menos una evaluación integral del riesgo por parte del órgano que era el garante de la seguridad de la infraestructura: el ADIF.

Pero fue la alta probabilidad de que se produjera un accidente en Angrois lo que más llamó la atención de los magistrados, al estudiar las conclusiones de la evaluación de riesgos de los expertos Heijen y Catmur, que concluyeron que la probabilidad de que se produjera un descarrilamiento en Angrois era de uno cada seis meses. O que una catástrofe como la de Angrois se podía repetir cada dos años. Esta simulación les llevó a concluir que el nivel de riesgo en la curva era «intolerable» y, por tanto, era necesario tomar medidas para reconducirlo. Para la Audiencia, esta altísima probabilidad «causa estupor desde lo que cualquier ciudadano medio consideraría esperable». «Este máximo nivel de riesgo intolerable -destacaba César Mariñas- obliga a todas las partes involucradas» a tomar medidas para reducir el riesgo, mediante controles automáticos de la velocidad.

Vuelta a la instrucción

¿Qué va a pasar a partir de ahora? En la parte dispositiva, la Audiencia ordena al juez someter a contradicción los dos informes periciales de parte que iban en la misma línea que el de César Mariñas, uno de los tres peritos nombrados por el juzgado y el único realmente ajeno a la Administración que participó en la investigación. Se trata del encargado por la aseguradora de Renfe a los expertos Heijen y Catmur, que deben aclarar distintos aspectos sobre la aceptabilidad técnica del riesgo en la curva de Angrois y si existía consenso técnico entre los expertos sobre el tratamiento de las transiciones significativas de velocidad, cuestión que apuntan en su informe. También debe someterse a contradicción el informe de Castillo Ron.

La investigación

La instrucción no se centrará solo en el análisis de riesgos. Está abierta a nuevos datos. En realidad, la Audiencia da el plácet a una investigación abierta sobre el accidente en el que podrían aportarse nuevos datos relacionados causalmente con el siniestro que puedan abrir nuevas líneas de investigación. Aunque en una primera instancia esta indagación debe centrarse en si era «normativa y técnicamente necesaria una evaluación integral del riesgo de la línea». También se reclamará al administrador ferroviario documentación ausente relativa a este asunto.