Todos los grupos, menos AGE, arremeten contra la política de márketing de las mareas
23 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Un año de gobierno en las ciudades gallegas con un panorama político muy diferente al de otras legislaturas. Seis corporaciones locales sin mayoría absoluta y la irrupción de nuevos partidos en Ferrol, A Coruña y Santiago. Sin embargo las formaciones coinciden en criticar la falta de gestión en el primer año en las ciudades, eso sí, salvando siempre aquellas urbes en las que gobiernan.
El PP tiene claro cuál es su diana, los concellos gobernados por las mareas. «Han abandonado la gestión para entregarse a los gestos», dice su secretario xeral, Miguel Tellado. No solo se han dedicado más a resolver sus propios problemas que los de los ciudadanos, «sino que no han tenido capacidad de diálogo con otros grupos, lo que se ha traducido en una parálisis de la propia institución». El popular defiende las mayorías para gobernar «ya que garantizan estabilidad para que las ciudades funcionen». No obstante, la única absoluta en una ciudad gallega, Vigo, no es un ejemplo para el secretario xeral del PPdeG, «porque esa mayoría absoluta se gestiona en beneficio partidista y no en beneficio de la ciudad». De Ferrol, asegura, «tengo claro que después de las autonómicas se romperá completamente».
Miguel Tellado defiende únicamente la gestión de su compañero Jesús Vázquez, aunque admite su dificultad para sacar proyectos adelante, «ya que incluso partidos como el socialista en lugar de llegar a acuerdos en cuestiones esenciales, lo que hace es bloquear a un gobierno que pone todo de su parte para que Ourense mejore», dice.
AGE valora de forma positiva el primer año de gestión de las mareas: «En canto aos principais compromisos adquiridos, foise coherente co programa», explica su viceportavoz, Antón Sánchez. De hecho, recuerda, llegaron a las tres ciudades de A Coruña «polo deterioro do funcionamento democrático das institucións, cun Partido Popular coa corrupción ata a médula». Los tres próximos años serán más fáciles, «porque no primeiro ano chégase a concellos nos que, e quen os coñeza sábeo, hai grandes inercias».
Para Sánchez la falta de mayorías puede ser un problema «pero tamén unha oportunidade, as maiorías fan máis fácil impoñer as decisións dun so partido, pero que non as haxa implica a necesidade de diálogo». El viceportavoz de AGE recuerda que Vigo es un ejemplo de cómo una mayoría «non garante que vaian mellor as cousas, incluso ás veces pode provocar un exceso de vaidade». Sobre los populares en Ourense lamenta la paradoja de que el PP critique continuamente a las mareas por su parálisis cuando en este concello ni siquiera se han aprobado los presupuestos, «nunca se debe de perder de vista que se deben aos veciños -concluye-, e as cuestións concretas que se leven aos plenos dos concellos deben ser aprobadas ou non en base a que beneficien á maioría social».
La presidenta de la gestora del PSdeG, Pilar Cancela, coincide con todos los partidos menos AGE en que la expectación que generaron los gobiernos de las mareas «non se corresponde cos resultados da xestión que están tendo», y asegura que hay una decepción entre la gente «porque eses posicionamentos do principio ao final non se responderon cunha boa xestión». Defiende el trabajo de Lara Méndez en Lugo, «cunha aposta polo diálogo e onde nunca se queixou de ningún bloqueo nin asumiu ese papel de vítima que si asumen por exemplo as mareas», así como la «maioría abraiante» de Vigo. También coincide con todas las agrupaciones, en este caso menos con el PP, en que en Ourense «estase a producir unha parálise importante, e menos mal que ten o apoio da Xunta, que lle bota unha man con moitos proxectos».
Cancela defiende los gobiernos en los que es necesario un ejercicio de diálogo y sobre gobiernos más convulsos, como puede ser el de Ferrol, insta a «trasladar a mensaxe á xente de que se non está o PP hai unha alternativa de cambio».
Continuismo e incumplimientos
Rubén Cela, secretario de comunicación de la ejecutiva nacional del BNG, hace una radiografía concisa del primer año de las corporaciones municipales en las ciudades. Y coincide en varios puntos. En Lugo y Vigo «vexo continuísmo»; en Ourense apunta al igual que desde el PSdeG y AGE que, «o alcalde do PP funciona máis como delegado da Xunta ou do Goberno central que como un alcalde que vela polos intereses dos veciños»; mientras que en el caso de las tres ciudades gobernadas por las mareas, aunque no de forma homogénea, «vexo un grande incumprimento dos compromisos, pouco diálogo real, demasiada soberbia e xestión ordinaria moi limitada».
¿Mayorías absolutas o limitadas para garantizar la necesidad de acuerdos? Cela asegura que ninguna garantiza el buen gobierno. «A maioría absoluta non garante que haxa estabilidade, e o exemplo máis claro é o anterior goberno do PP de Santiago, con tres alcaldes». Sobre la necesidad de pactos, «é positivo de por si», pero asegura que «gobernar en minoría é respectable, o que non é respectable é intentar gobernar en minoría como se tiveras maioría absoluta». Sobre la única ciudad con alcalde nacionalista, Pontevedra, «é a demostración de que o BNG ten un proxecto de cidade».
Javier Chouza, delegado de grupos institucionales de Ciudadanos, coincide en que las mareas «han hecho mucho márketing político para llamar la atención, y gestión poca». Asegura que los ciudadanos se han dado cuenta de que las mayorías absolutas «no eran la solución, por lo que es perfectamente posible llegar a acuerdos para gobernar y dar solución a los vecinos». Chousa asegura que «hemos entendido el mensaje de los ciudadanos, que dicen ??pónganse de acuerdo y gobiernen??».
«Los gobiernos de las mareas han abandonado la gestión para entregarse a los gestos»
Miguel Tellado
«Vigo é a mostra de como unha maioría ampla non garante que se vaian mellorar as cousas»
Antón Sánchez
«En Ourense estase a producir unha parálise importante, e menos mal que a Xunta lle bota unha man»
Pilar Cancela
«En Lugo e Vigo vexo continuísmo, e en Ourense, un alcalde que funciona como delegado do Goberno»
Rubén Cela
«Donde gobiernan las mareas se ha hecho mucho márketing político para llamar la atención»
Javier Chouza