La Xunta atendió 1.132 alertas por avispa asiática en lo que va de año

maría santalla REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

PEPA LOSADA

Actuó sobre 247 nidos, todos ellos sin actividad, localizados en 118 municipios

15 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Todavía no ha comenzado el buen tiempo y la avispa velutina aún no se ha lanzado a colonizar nuevos territorios. Pese a ello, en lo que va de año la Xunta ha conocido de la existencia de nidos de esta especie en 118 ayuntamientos gallegos. Según el mapa que la Consellería de Medio Rural hizo público el martes, el primero de este 2016 que recoge la incidencia de este insecto invasor, en 29 de esos 118 ayuntamientos se ha localizado un nido en estos primeros meses del año. En otros 50 se detectaron entre 2 y 5; en 33 aparecieron entre 6 y 25; y en otros siete se superó esa cifra de 25 enjambres. En total, la Xunta gestionó 1.132 avisos y actuó sobre 247 nidos, aunque puntualiza que todos ellos estaban inactivos, es decir, son nidos de la temporada pasada que se han detectado este año.

De cada uno de ellos habrán sobrevivido entre 15 y 20 reinas que estarán ahora comenzando a despertar tras el período de hibernación. Estas reinas harán nuevos nidos en los que nacerán las avispas obreras. Precisamente estas semanas de primavera son las más adecuadas, opinan los expertos, para atrapar a las reinas, que construyen su nido primario, de pequeño tamaño, y comienzan la puesta de huevos. Ese nido crece hasta que llega un momento en el que el enjambre se traslada a otro lugar, habitualmente a gran altura.

El sistema que se está utilizando mayoritariamente para luchar contra la avispa asesina es una trampa que consiste en un recipiente en cuyo fondo se vierte un líquido azucarado que atrae a las velutinas, que una vez que lo tocan no pueden salir de él. De todos modos, se está estudiando sobre la marcha qué tipo de trampa es la más adecuada, puesto que este sistema acaba con la avispa asiática, pero también con la autóctona, cuya existencia está ya en peligro precisamente por los ataques de la velutina, que las mata para alimentar a sus larvas.

Las previsiones apuntan a que la avispa asesina continuará colonizando espacios. Llegó hace cinco años y se ha extendido por buena parte de las provincias de Pontevedra y A Coruña y por el norte de Lugo. Prefiere las áreas litorales, pero cada vez avanza más hacia el interior. Puede colonizar toda Galicia, salvo las montañas de Lugo y Ourense.

De los 17 enjambres del 2013 a los 8.000 retirados a lo largo del 2015

La expansión de la velutina en Galicia ha sido vertiginosa. Se cree que llegó a través de Burela y de Portugal -de hecho, tanto el área de A Mariña como la del Baixo Miño son las más afectadas- y en pocos años ha ganado espacios hasta afectar, la temporada pasada, a aproximadamente la mitad de los concellos gallegos. El año 2013 se cerró con 17 nidos retirados, según los datos de la Xunta. Doce meses más tarde, el cómputo anual era de 941 nidos, y había ya 70 ayuntamientos afectados. En el 2015 el plan de vigilancia y control de la Xunta gestionó 10.165 avisos de ciudadanos relacionados con esta especie y retiró 5.045 nidos. A estos hay que sumar los que fueron eliminados por particulares o por otras Administraciones. En total, en torno a 8.000.

La avispa asiática, por tanto, parece haberse adaptado a la perfección a las características de Galicia. La temperatura es adecuada para ella, y la humedad también la favorece, puesto que le ofrece la posibilidad de tener alimento y agua. Esta es la razón por la que su presencia es más intensa en las áreas costeras. También contribuye a su preferencia por el litoral su falta de adaptación a la altitud: su hábitat ideal es aquel emplazado por debajo de los 200 metros de altura. 

Las consecuencias

La plaga, por tanto, parece difícil de controlar. La presencia de esta especie tiene consecuencias sobre las poblaciones de avispa autóctona y de abeja, a las que ataca. Los apicultores son, pues, los más perjudicados por la velutina, pues ven comprometida su actividad económica.

Por lo demás, para la población no representa un peligro mayor que el que entrañan las demás especies. Su picadura produce efectos similares a la del avispón autóctono y es peligrosa en caso de personas alérgicas, de picaduras múltiples o de aquellas que se produzcan en mucosas.

Jornadas formativas y entrega de más de 400 trajes de protección

Para tratar de combatir esta plaga invasora, la Xunta ha echado mano de dos potentes armas: formación y medios. Con el objetivo de incidir en el primero de estos pilares, las consellerías de Medio Rural y Presidencia han puesto en marcha una serie de jornadas formativas dirigidas a personal de las unidades de emergencia y protección civil, de los servicios veterinarios oficiales, de los servicios de explotaciones agrarias, y de los distritos forestales y ambientales. En el mes de noviembre se organizaron dos de estas sesiones, en las que se dio formación a más de 400 personas. Ahora, con la llegada de la primavera y ante la previsión de que la avispa asiática continúe su expansión, han vuelto a retomarse estos cursos.

A principios de abril se celebró uno en la sede de la Academia Galega de Seguridade en A Estrada, destinado a los grupos de emergencias municipales. La semana pasada fueron las agrupaciones de protección civil de la provincia de Pontevedra las que recibieron formación sobre cómo actuar, y a lo largo de este mes se realizarán otras jornadas en Lugo y A Coruña.

En lo que respecta a los medios, y al margen del material con el que dota a su propio personal, la Xunta entregó más de un centenar de equipos de protección individual a los consorcios de bomberos. Otra partida de trajes se entregó en las dos jornadas que ya se celebraron esta primavera, y todavía está previsto entregar otros cien equipos a voluntarios de protección civil de 50 ayuntamientos y 166 a otras unidades y concellos.

Además, en lo que va de año Medio Rural entregó 1.200 trampas y botes de líquido atrayente a los apicultores de las zonas afectadas, con el fin de que puedan recoger las reinas de velutina y frenar así la propagación de esta especie invasora -se calcula que cada reina que se captura en primavera se traduce en la eliminación de 18.000 ejemplares de avispa-. Esta nueva entrega se suma, explica la consellería, a las casi 3.000 trampas y líquido que se entregaron el año pasado y que los apicultores todavía pueden utilizar este año.