Anova quiere votar cómo concurren el 26J, y Podemos y EU rechazan variar el pacto
10 may 2016 . Actualizado a las 20:59 h.A solo tres días para que se agote el plazo para que En Marea se registre de nuevo como coalición para las elecciones generales, las estrategias de los tres partidos que constituyeron la alianza electoral para el 20D divergen diametralmente y sus representantes reconocen atravesar el mayor enfrentamiento interno desde que se estrenaron en las urnas. Las declaraciones de Xosé Manuel Beiras aludiendo incluso al riesgo de ruptura, no son más que una muestra de la tensión que genera la guerra que, más que por las generales, están entablando entre ellas las formaciones de la coalición tripartita por liderar la oferta para las elecciones gallegas de octubre, con la competencia en paralelo y con el mismo objetivo de las candidaturas locales agrupadas en la plataforma Mareas en Común, que lidera la coruñesa Marea Atlántica.
Mientras Podemos y EU plantearon el pasado jueves cerrar hoy la renovación del acuerdo para concurrir a las generales, Anova les presentó este sábado una propuesta formal a sus socios en la que plantean que sea la primera asamblea de En Marea, que se celebrará el domingo, donde se acuerde someter a la consulta de las bases si adoptar para el 26J el formato de partido o seguir como coalición, e incluso abrir unas primarias exprés para designar a los candidatos, dejando sin efecto las listas de las generales anteriores.
Anova propone que se registre este viernes la coalición y luego se constituya el partido si así lo acepta la mayoría, plazo que concluye el 23 de mayo.
Pérdida de espacio
Desde EU se interpreta que el partido de Beiras lo que pretende realmente es un mayor estatus en la alianza para no verse diluida tras el acuerdo alcanzado ayer entre Podemos e IU. «Les inquieta la coalición estatal porque creen que pierden espacio político», opinan desde EU. Desde dicha formación, al igual que desde Podemos, se intuye que el partido de Beiras también persigue convertir a En Marea en partido para dar entrada así a destacados dirigentes nacionalistas que han abandonado el BNG pero que rechazan entrar en Anova directamente. Esa estrategia lleva a EU a manifestar su temor a que Beiras esté tratando de reconstruir una oferta exclusivamente nacionalista para los comicios autonómicos y pueda provocar al final una ruptura de la alianza.
Podemos, por su parte, rechaza que la primera asamblea de En Marea se convierta en un examen a la coalición o cambie su configuración actual, y sí en cambio sirva para abrir la alianza a la participación de las bases de los partidos que la forman de las generales en adelante, principal reproche de su militancia. Podemos señala además que la definición de su participación en En Marea para las generales es una competencia de su dirección estatal, y que esta ya ha decidido no variar nada, sobre todo después de que se haya reeditado ya formalmente sus confluencias en Cataluña y Valencia.
Anova no admite ninguna de las interpretaciones de su socios. Los nacionalistas estiman que la repetición de la fórmula de la coalición impedirá de nuevo lograr grupo propio en el Congreso, y eso es para Anova una dejación del compromiso de la alianza de «crear un suxeito político galego» en el panorama estatal, «o que pon en cuestión a capacidade de decisión de Galicia», argumenta uno de sus dirigentes que teme que en ello incida la nueva alianza Podemos-IU.