«No entiendo por qué mi esposa me denunció», dice el millonario portugués

e. v. pita VIGO / LA VOZ

GALICIA

cedida

Hospitalizado tras intentar matar a su mujer en Vigo, declaró 4 horas y lo negó todo

10 may 2016 . Actualizado a las 13:22 h.

El millonario portugués investigado por, supuestamente, intentar asesinar a su joven esposa y exmodelo de 26 años en un hotel de Vigo lo negó todo durante su declaración ante la jueza de violencia contra la mujer. Su interrogatorio duró cuatro horas en la uci del Hospital Álvaro Cunqueiro, donde el implicado está ingresado tras sufrir una insuficiencia cardíaca justo en el momento de la agresión. Sobre él pesa una orden de ingreso en prisión provisional pero sigue en el hospital porque el centro, al cierre de esta edición, carece del equipo necesario para trasladarlo a un hospital de Pontevedra dependiente de la penitenciaría de A Lama. Está fuera de peligro, pero debe seguir convaleciente a causa de sus problemas coronarios. Por su parte, la policía de Vigo está muy interesada en subir al hospital a tomarle declaración y oír su versión.

Carlos Inácio Pinto, de 56 años, no admite ninguno de los hechos que se le imputan. Niega haber introducido la maza de cantero en la habitación de su hotel y asegura que no golpeó con esta herramienta a su esposa en la cabeza cuando ella estaba de espaldas y se aplicaba crema corporal ante la ducha. La víctima escapó tras recibir cuatro golpes en el cráneo y forcejear en el suelo con su esposo. El detenido dice no saber nada de las ligaduras que aparecieron dentro de la habitación y niega que hubiese premeditado o planeado una agresión machista. Prácticamente vino a decir que se despertó en el suelo en medio de todo aquel fregado.

Los servicios sanitarios encontraron al hombre en el suelo de la habitación del hotel aquejado de una enfermedad coronaria y con la espalda llena de marcas. Aseguró a la jueza que no sabe cómo apareció en esa posición ni qué ocurrió en la habitación. Insistió en que él no tuvo nada que ver en la agresión a su mujer. «No entiendo por qué mi esposa me denunció, no tengo nada que ver con lo ocurrido», declaró ante la jueza.

El hombre no aparenta ningún problema psicológico o de comprensión de la realidad. Prueba de ello es que, postrado en su cama del hospital, expuso a la comisión judicial su versión exculpatoria durante 4 horas asistido por un intérprete. El juzgado no prevé encargar un informe forense para evaluar su estado psíquico.

Al concluir el largo interrogatorio, la magistrada del juzgado de violencia sobre la mujer número 1 de Vigo consideró inverosímil la versión del portugués y ordenó su ingreso en prisión, aunque hasta el momento no se ha hecho efectiva esa medida porque el hombre debe seguir hospitalizado.

La tesis judicial es que el millonario se comporta con la conducta típica del maltratador de manual, delincuente que se caracteriza por no admitir su culpa y negarlo todo. Numerosas declaraciones a detenidos por malos tratos acreditan este patrón común de negativa del delito.

Los policías que investigan el caso están a la espera de poder visitar al supuesto agresor en el hospital para tomarle declaración por primera vez porque solo conocen la versión de la víctima. La tesis de los celos se desinfla porque los agentes no hallaron pistas de que hubiese una tercera persona en la relación.

Respecto al móvil del intento de asesinato, el juzgado no ve necesario ningún motivo por muy rocambolesca que sea la agresión. En el fondo, el maltratador solo desea mostrar violentamente su poder sobre su pareja.

La esposa aseguró que su matrimonio era feliz e idílico y negó episodios machistas en sus siete años de noviazgo y seis meses de nupcias. No se puede creer lo ocurrido. Según Correio da Manha, E.G.P., regresó a su casa en Vilanova de Gaia con una amiga, recogió ropa y se marchó. Cerró su perfil en Facebook.