Fernando Suárez ya amagó en los últimos años con irse y amenazó con hacerlo si las cosas no cambiaban
05 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Ni confirma ni desmiente: «Dende hai tempo non falo de política». Ni siquiera responde a la pregunta de si sigue en el BNG. Sintomática evasiva. Y más por los insistentes rumores que desde hace días circulan por los mentideros nacionalistas, que hablan de que ya ha causado baja en el partido. Es Fernando Suárez, el alcalde de Ribadeo, el bastión lucense del nacionalismo, que arrasa en las municipales y se despeña en las autonómicas y generales, comicios estos dos últimos en los que Suárez participa con escaso o nulo entusiasmo.
Lo cierto es que su baja, de ser cierta y que muchos ya dan por hecha, no supondría una sorpresa, pero sí sería un cañonazo más en la línea de flotación del Bloque, después de que también en A Mariña quedase sin representación en el Concello de Viveiro por la baja de sus tres concejales.
Fernando Suárez ya amagó en los últimos años con irse del BNG y amenazó con hacerlo si las cosas no cambiaban. En las últimas municipales integró en su lista a un miembro de Anova y a otro de Compromiso por Galicia, ahora concejales, y causó baja el ribadense Xabier Campos (con quien le une una estrecha amistad), destacado militante de la UPG y actual miembro del Consello Nacional del BNG.
Suárez colideró en el 2012 un movimiento de 19 alcaldes gallegos para apartar a la UPG de la dirección del partido. También firmó el manifiesto Somos Maioría y defendió públicamente el aperturismo y la confluencia con las fuerzas de izquierda.
Si la marcha del BNG de Fernando Suárez se concreta, al igual que la semana pasada con el alcalde de Vimianzo, Manuel Antelo, será la crónica de un abandono anunciado. Y tal vez sea también la confirmación de que la desbandada que auguró Aymerich en febrero tras la asamblea nacional del BNG está definitivamente en marcha.