La Xunta reitera su llamada a los concellos para que incluyan viviendas deshabitadas en el programa de alquileres sociales

s. l. SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Oscar Vazquez

El Instituto Galego de Vivenda contratará dos seguros para los pisos, cuyo alquiler no superará los 400 euros en las siete ciudades ni los 350 en sus áreas de influencia

04 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno gallego ha colocado la política de vivienda en el vértice de su agenda social, con el objetivo de cubrir las necesidades de las familias con menos recursos y afectadas por desahucios. Pero ese programa requiere de la implicación de las entidades financieras y de los ayuntamientos, para que incorporen viviendas deshabitadas que puedan ser ofertadas a esos colectivos que más las precisan. Los bancos ya están obligados a inscribir en el censo de viviendas vacías los pisos de su propiedad o de sus filiales inmobiliarias, construidos en los municipios de más de 10.000 habitantes. Así que el reto se sitúa ahora en que los alcaldes atiendan la llamada de la Xunta para movilizar de forma voluntaria hasta 600 viviendas ociosas.

De momento, esa colaboración está encauzada a través del convenio que la Federación Galega de Municipios (Fegamp) suscribió ayer con la Consellería de Infraestruturas e Vivenda, acto que la titular de este departamento, Ethel Vázquez, aprovechó para reiterar su llamamiento a que los concellos participen activamente del programa. En especial, Vázquez emplazó al Concello de Vigo a que destine las viviendas vacías que tiene en la calle República Argentina a los casos de necesidad. «As familias en risco de perder a súa vivenda representan un drama social desgarrador ante o que ningunha Administración responsable pode inhibirse», señaló la conselleira.

A través del convenio sellado con la Fegamp, el Instituto Galego de Vivenda contratará dos seguros para los pisos que destinará a alquileres sociales, que no superarán los 400 euros en las siete ciudades ni 350 en sus áreas de influencia. Una póliza cubrirá posibles impagos de la renta; y un seguro multirriesgo del hogar, los posibles desperfectos que puedan producirse durante el arrendamiento.