El nuevo decreto de becas acaba con la penalización a alumnos de zonas rurales

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

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Estudiantes perdían las ayudas por galpones o establos que computaban como viviendas

04 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Comunidades y Ministerio de Educación debatirán el próximo 13 de mayo en la conferencia sectorial el real decreto por el que se establecen los umbrales de renta y patrimonio familiar y las cuantías de las becas para el curso 2016-2017. Y esta norma tendrá varios cambios respecto a la redacción actual. Uno de ellos es la modificación del artículo que dejaba sin ayudas a los universitarios brillantes que se cambiaban de carrera, y el segundo tiene que ver con los estudiantes que viven en zonas rurales, ya que tras la revisión catastral 2013-2016 construcciones como galpones o establos pasaron a pagar el IBI, y en algunos casos esta medida provocó que los estudiantes se quedaran sin beca.

El conselleiro de Educación, Román Rodríguez, aseguró ayer que, «hemos encontrado una buena receptividad con las becas universitarias y la renovación del catastro, sobre todo en el ámbito rural, y este punto va a ser tenido en cuenta en el real decreto de becas universitarias». Lo cierto es que el borrador, que ya está en manos de las comunidades autónomas, es idéntico al del curso actual en su artículo 11, que es el que determina los umbrales indicativos de patrimonio familiar. La Consellería de Educación matiza que no se incluyó la modificación en este borrador porque fue necesario volver a redactar una norma de la Dirección General del Catastro, por lo que se llevará el cambio directamente a la mesa sectorial del viernes 13 de mayo.

Desde que este tipo de construcciones -como establos, galpones o alpendres- pagan IBI, se computan como patrimonio familiar a la hora de baremar la puntuación para obtener una beca del MEC, lo que acaba perjudicando a los estudiantes del rural. Más aún a aquellos cuyas familias se dedican a la actividad ganadera pero cuyas construcciones están en suelo urbano, ya que en estos casos estas edificaciones computan como una segunda vivienda.

El proyecto de real decreto no cambia los umbrales económicos para acceder a una beca, y este año el ministerio ha aprobado un presupuesto de 1.416 millones de euros para becas y ayudas al estudio.

Petición de Galicia

El 1 de marzo los conselleiros de Educación y Medio Rural se reunieron y acordaron solicitar al Gobierno central que no compute como segunda vivienda estas naves o construcciones agrícolas y ganaderas. La Xunta realizó la petición por carta y un mes después, en concreto el 1 de abril, Román Rodríguez se reunió con el ministro Méndez de Vigo y ya ahí este último se comprometió a trabajar de forma conjunta para que los estudiantes que proceden de familias ganaderos no estén en inferioridad de condiciones al solicitar una ayuda de estudio. Hasta ahora, los valores catastrales de los miembros de la unidad familiar -excluida la vivienda habitual, que no computa-, no pueden superar los 42.900 euros en fincas urbanas. Si se trata de fincas rústicas, excluido el valor catastral de la construcción de la vivienda habitual, la suma no debe superar los 13.130 euros por cada miembro de la familia. Es curioso que mientras en las fincas urbanas se computa toda la unidad familiar, en el caso de los terrenos rústicos se barema por miembro, por lo que en el caso de ser una familia formada por dos o tres personas saldrían perjudicados los jóvenes que viven en el rural, al menos con la redacción de este curso.