Los sintecho: hombres de mediana edad y cada vez con más estudios

Susana Acosta
S. Acosta REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

KEVIN LAMARQUE | REUTERS

Las entidades sociales indican que aumentan los licenciados sin hogar

18 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

De las 1.258 personas sin hogar que atendió Cruz Roja durante el 2015 en Galicia, 1.031 son hombres y 227 mujeres. Con estos datos la entidad social explica que los perfiles sociodemográficos de los sintecho son cada vez más diversos, aunque el mayoritario responde a un hombre, de entre 35 y 49 años, de nacionalidad española, sin estudios o con estudios primarios, soltero o separado, que carece de cualquier tipo de ingreso o es preceptor de algún tipo de prestación social, se encuentra en situación de desempleo y duerme en la calle o en albergue.

Pero además de este perfil, las entidades sociales advierten que cada vez hay más personas con estudios universitarios que se ven abocadas a dormir en la calle: «Incluso tenemos casos con niveles formativos altos o superiores, como licenciados. También se están dando casos de personas que se quedan en la calle a partir de los 50 años, al resultarles más difícil encontrar un empleo a esa edad y que no tienen acceso a prestaciones públicas, lo que los deja desprotegidos», explicó José Fernández, presidente de la Fundación Renacer, que opera en A Coruña.

También explica que desde el inicio de la crisis el número de personas que se han quedado sin hogar ha aumentado sensiblemente: «La falta de trabajo ha sido la principal causa. Vemos un incremento, sobre todo, de hombres. Quizás la población femenina tiene más posibilidades a la hora de encontrar trabajo en asistencia en el hogar», comenta el presidente de esta asociación que ofrece acogida, alojamiento, manutención y necesidades sanitarias, entre otros servicios, a aquellas personas que lo necesitan.

«Cada año va aumentando el número de personas que lo solicitan pero también nosotros vamos ampliando prestaciones», comenta Jorge Sampedro, responsable de la coordinación técnica del refugio de Padre Rubinos, también en A Coruña, que explica que el servicio que se ofrece a este colectivo es integral: «Desde la pernoctación, ropero, manutención, orientación educativa, acompañamiento a servicios sanitarios y de la administración... También tenemos un fondo económico para formación, desplazamiento, tasas administrativas y pago de alquileres... Tratamos de llevar a cabo un proceso de inserción en la sociedad. La mayoría de las personas iniciaron este proceso personal para cambiar su situación, aunque hay casos que rechazan el alojamiento porque no quieren estar sujetos a normas», aclara.

En el caso de Cruz Roja también se realizan actuaciones individualizadas con entrevistas y contactos de seguimiento, salidas de calle, entre otras, y actuaciones en grupo, a través de talleres y excursiones. Esta entidad local reconoce que se han incrementado las horas de trabajo en la calle al considerarse clave a la hora de gestionar los casos. En esas salidas, les proporcionan también productos básicos, acompañamientos y tratan de mejorar sus habilidades y conocimientos.

Las ciudades destinan recursos municipales a este colectivo

Los Ayuntamientos de las principales ciudades gallegas destinan recursos propios para atender a este colectivo. Es el caso del Ayuntamiento de A Coruña, que realiza recorridos en horario nocturno para conocer a las personas que pasan la noche en la calle con el fin de iniciar procesión de atención y mejorar su situación personal. También existe coordinación con las entidades sociales, así como un concierto con Padre Rubinos, para ofrecer servicios de alojamiento nocturno, comedor, aseo y ropero.

Por su parte, el de Santiago también desarrolla un plan de atención a personas sin techo que incluye una mesa de trabajo con las trece entidades sociales, además de la existencia de equipos de Cruz Roja en la calle que prestan asistencia. El Concello también trabaja en la habilitación de tres pisos donde estas personas se puedan alojar de manera temporal. En el caso de Ferrol, el Concello está ultimando un centro de inclusión social, además de la puesta en marcha del programa SOS social.