Los beneficios por descargas de drogas se desplomaron en tan solo diez años

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

La droga incautada (en kilogramos)
La Voz

Los narcos gallegos se buscan la vida con métodos alternativos o se van al Estrecho

12 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La presión policial sobre las costas gallegas está afectando a los bolsillos de las mafias que operan en Galicia. Las descargas tradicionales de varias toneladas por vía marítima que convirtieron en los 90 a las rías gallegas en el principal punto de entrada de la cocaína en Europa cayeron sensiblemente -y no porque no lo sigan intentando, sino porque la vigilancia a la que están sometidos se lo pone difícil-, y los clanes gallegos se han visto obligados a cuadrar cuentas con métodos alternativos. No es que el narcotráfico haya dejado de ser negocio, lo que ocurre es que el mercado está más diversificado y los métodos tradicionales ya no aportan tantos beneficios, por ello hoy en día se complementan o se sustituyen con otros más productivos a la vez que más discretos y, por lo tanto, menos controlados por las fuerzas del orden, como los transportes a través de los aeropuertos o en contenedores.

Calcular lo que ganan los narcos nunca se puede hacer con exactitud porque no presentan la declaración de la renta, pero hay una serie de parámetros que pueden dar una idea de lo lucrativo que es su negocio. Quienes llevan décadas investigándolo suelen decir que la droga que se incauta -al menos en el caso de la cocaína- ronda el 20 % de la que se trafica. Por otra parte, los narcotransportistas gallegos suelen cobrar también en torno al 20 % de los beneficios, casi siempre en mercancía que ellos luego revenden a través de sus redes de distribución.

Eos datos sirvieron hace diez años para cifrar en torno a los 1.500 millones de euros la ganancia anual del narcotráfico galaico. Pero entonces se confiscaban en España entre 40 y 50 toneladas que llegaban por vía marítima -en el 2003, fueron más de 48, y el 50 % se incautaron en Galicia-. El año pasado, en cambio, por ese método se retiraron del mercado solo 10 toneladas en la comunidad. Repitiendo los cálculos, arrojarían unos beneficios de 500 millones anuales.

Por supuesto que ganan mucho más, pero lo hacen siguiendo otros métodos que escapan a cualquier control -los contenedores, por ejemplo, son un auténtico coladero de droga-. Y muchos operan ahora en el Estrecho, donde se sacan limpios 150.000 euros por cada descarga de hachís que realizan si ponen la lancha y además la pilotan.

No deja de crecer el número de personas que consumieron cocaína al menos en una ocasión

Según el Informe 2015 sobre alcohol, tabaco y drogas ilegales en España, del Ministerio de Sanidad, desde finales de los años noventa, la población que ha consumido cocaína en polvo alguna vez en la vida no ha dejado de crecer, con la excepción del 2011, donde el indicador descendió levemente. Hace tres años, se recuperaron niveles del 2009, año que marcó un máximo en la serie. En ese momento una de cada diez personas entre 15 y 64 años en España había consumido cocaína en polvo en alguna ocasión, mientras que el consumo de esta sustancias durante los doce meses anteriores a la realización de la estadística se vio reducido sensiblemente.

La edad media de consumo de esta sustancia en España es de 21,3 años, un poco más tardía que la obtenida en años anteriores. Además, se trata de una sustancia consumida más por hombres que por mujeres y, preferentemente, por jóvenes. El consumo de la cocaína base entre la población española es muy inferior a la de la cocaína en polvo.

En cambio, el cannabis es la sustancia ilegal cuyo consumo se encuentra más extendido en España. El 30,4 % de las personas encuestadas reconoció el consumo de esta sustancia alguna vez en la vida. En Galicia la media es muy similar a la estatal, con un 30,5 %. Se centra más entre personas de 15 a 34 años, mientras que descienden los niveles a partir de esa edad. Entre las drogas ilegales es la que se empieza a consumir a una edad más temprana: la media es de 18,6 años.

Por su parte, el consumo de alucinógenos, si bien históricamente ha sido minoritario, inició una tendencia ascendente a partir de 1999. En el año 2007 se detectó un pico en su consumo, hasta el punto de que se registró la prevalencia más elevada de las obtenidas hasta entonces: el 3,8 % de las drogas que se consumieron ese año era de este tipo. En el 2011 bajó al 2,9 y en el momento en el que el Ministerio de Sanidad elaboró el informe era del 3,8 %, igual que en el 2007. En este caso, la edad media de inicio en el consumo es de 20,9 años, más tardía, por tanto, que el cannabis pero más temprana que la cocaína.

En cuanto a la heroína, según este estudio tiene una extensión muy residual entre la población de 15 a 64 años en España. Por supuesto, las drogas más consumidas son el alcohol y el tabaco, en este caso legales. El 95 % de la población ha consumido bebidas alcohólicas alguna vez, mientras que el 70 % ha consumido tabaco.