Un paseo entre aromas de campaña electoral

Eduardo Eiroa Millares
E. Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

Sánchez se hartó de fotos en un mercado y visitó una explotación ganadera y la universidad

11 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando un político cita a los medios en un mercado es que estamos en campaña. O se avecina. La visita de Pedro Sánchez el jueves a A Coruña tenía todos los aromas e ingredientes de las contiendas electorales. «¿Empezó la campaña?», preguntaba un hombre, sin ironías y sin segundas, durante la intervención del secretario general de los socialistas. Volvió a hablar de la «coalición», de «la mano tendida» y de la necesidad de no permitir a Rajoy seguir ni un día más al frente del Gobierno, «porque es un día que perdemos para luchar contra la pobreza infantil», y repasó algunos puntos de la galleguidad de su propuesta: revisar la prórroga de Ence, apostar por el sector lácteo y darle al sector pesquero el peso que merece. Todo ello salpicado por los gritos de un espontáneo que, subido a un banco, vociferaba: «¡No hay que robar!».

Las respuestas destempladas -hubo alguna más- pesaron menos, con todo, que los deseos de besos y fotos de placeras y clientas. Tras retratarse entre jibias, merluzas y percebes, Sánchez realizó una visita fugaz a la Universidade da Coruña. «A los profesores, trabajadores y alumnos de la UDC, con la esperanza de que la educación pública siga siendo un centro de convivencia, reflexión, hermanamiento y futuro», dejó escrito en el libro de oro. Comió clásicos populares -calamares, tortilla, croquetas y raxo- en la cervecería La Marina, acompañándolos con una caña, y salió pitando después para visitar un explotación ganadera en Mesía, para volver pitando otra vez a la ciudad a un encuentro con los militantes socialistas. Se pasó el día entero en la ciudad en una ruta en la que solo faltó la sintonía del partido. Si en el próximo sorteo de la ONCE toca el 07502 que sepan que es el mismo décimo que compró Sánchez en la plaza de Lugo. Aunque seguro que él sueña con que le toque otra cosa.