La Xunta construirá 170 kilómetros de sendas para proteger a peatones y ciclistas en vías autonómicas

S. Lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Modelo de senda peatonal con carril bici
La Voz

El balance de atropellos alcanzó durante el año pasado las 58 víctimas mortales en las cuatro provincias gallegas

08 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El año pasado 14 peatones perdieron la vida en las carreteras gallegas. No es un drama nuevo. En el 2003, el balance de atropellos alcanzó las 58 víctimas mortales en las cuatro provincias. Casi dos de cada diez personas que mueren en accidentes de tráfico en esta comunidad son viandantes. Las alarmas llevan varios años encendidas. A esa preocupación responden campañas de la Xunta como la del reparto de más de 2.000 chalecos reflectantes en zonas rurales, que permitan hacer más visibles a las personas que pasean por las carreteras. Y también la inclusión en el Plan de Seguridade Viaria de un programa específico para construir sendas para peatones y ciclistas en los márgenes de vías de titularidad autonómica.

El proyecto contempla la ejecución en dos fases de esos itinerarios, a lo largo de 170 kilómetros en 11 comarcas distintas. Para la primera fase están previstas 55 sendas, que sumarán 75,6 kilómetros y contarán con una inversión de 26,3 millones de euros. Esas rutas se localizarán en las comarcas de Santiago (donde la más significativa es el eje Santiago-Bertamiráns), A Coruña (Marineda-A Grela, entre otras), Vigo (donde se prolongará el eje Vigo-Baiona entre Gondomar y A Ramallosa), Ferrol (con tres sendas para completar el eje Ares-Fene-Mugardos), Bergantiños (A Laracha-Paiosaco y Carballo-Coristanco con polígono de Bértoa), O Salnés (donde se completará el eje Portonovo-A Lanzada) y A Terra Chá (con rutas en Abadín y Rábade). Para la segunda fase, en la que ya trabaja la Axencia de Infraestruturas, quedarán actuaciones en Ourense, Lugo, Pontevedra y O Morrazo. Para diseñar este plan, la Xunta realizó un análisis integral del territorio, en el que priorizó las comarcas de acuerdo a criterios de población, tráfico, siniestralidad, orografía y clima. En el proceso, Infraestruturas recabó de los concellos implicados sus prioridades de actuación.

Las sendas, con un trazado máximo de 7,5 kilómetros para los recorridos en bicicleta y de 4 para los reservados a peatones, tendrán cuatro tipologías distintas, con arreglo al espacio disponible en los márgenes de las vías. Las que tengan más superficie contarán con la sendas con carriles separados para el tránsito de peatones y el de bicicletas. La mixta será de uso compartido por personas y ciclistas. En la modalidad de senda mixta con borde, el foso de seguridad será reemplazado por un borde y canalización de aguas pluviales. Y la senda más sencilla, la mínima, mantendrá como elementos de identidad el pavimento integrado y la señalización.

Además de proteger al peatón, el plan también pretende promover modos de desplazamiento no contaminantes y alternativos al vehículo particular para recorrer de forma segura la distancia entre núcleos urbanos y centros de equipamientos y servicios.