Sánchez propone un plan de choque social para convencer a Pablo Iglesias

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente MADRID / LA VOZ

GALICIA

ANDREA COMAS

El líder de Podemos y Rivera ven factible un acuerdo con el PSOE, pero se siguen vetando

09 feb 2016 . Actualizado a las 12:07 h.

Pedro Sánchez puso ayer negro sobre blanco su propuesta para ser investido presidente del Gobierno. Tanto Pablo Iglesias como Albert Rivera ven factible llegar a un acuerdo con el PSOE, pero siguen manteniendo su veto a un acuerdo a tres. El documento, de 53 folios, pone el énfasis en las medidas sociales y de regeneración democrática, propone acordar un nuevo objetivo de déficit y derogar la reforma laboral y aparca la cuestión territorial pese al desafío independentista. El texto está dirigido a convencer al mismo tiempo a dos formaciones con planteamientos antagónicos en materia económica y territorial como son Ciudadanos y Podemos y formar un «Gobierno progresista, reformista y de cambio».

Sánchez pretende atraer a Pablo Iglesias con un plan de emergencia social que no puede rechazar, ya que incluye muchas de las medidas que propugna su partido en la Ley 25 de emergencia social que presentó en el Congreso. Los socialistas proponen un ingreso mínimo vital, medidas contra los desahucios, la subida del salario mínimo y una ley contra la pobreza energética. También ponen sobre la mesa una importante agenda de regeneración democrática, dirigida tanto a Ciudadanos como a Podemos, con medidas como la reforma del sistema electoral, evitar las puertas giratorias o endurecer los delitos contra la corrupción.

Iglesias reaccionó muy favorablemente a la propuesta, que aseguró es una copia del programa de Podemos. «Parece que lo hemos escrito nosotros», afirmó. Señaló que sería sencillo entenderse con el PSOE sobre el programa, pero «lo que hace falta son garantías y no solo buenas palabras». Y destacó el caso de la exministra Trinidad Jiménez, que va a fichar por Telefónica. «Dicen una cosa y hacen otra», sostuvo. Además, reiteró su negativa a negociar con los socialistas hasta que Sánchez descarte a Ciudadanos como socio, ya que solo contempla la formación de un Gobierno de coalición de izquierdas en el que sea vicepresidente y Podemos tenga carteras relevantes.

Albert Rivera destacó los puntos comunes con la propuesta del PSOE, como la flexibilización del déficit, la reforma electoral y el pacto por educación. En lo que hay discrepancias es en materia laboral. Pero el portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso, José Manuel Villegas, aseguró que no hay ningún obstáculo «insalvable» para poder llegar a un acuerdo, pero añadió que su partido es incompatible con lo que defiende Podemos.

El PP aseguró que la propuesta supondría «volver al zapaterismo más radical» y su aplicación significaría «la quiebra» y «la bancarrota» que dejaron los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero, según su vicesecretario general Pablo Casado.

Sánchez confió en tener «articulado el acuerdo» de investidura a finales de febrero y animó a Podemos a dar un «paso al frente» para negociar. Respondió a su líder que «el PSOE ya eligió y es que el PP no siguiera gobernando este país». «Tendrá que ser Pablo Iglesias quien decida si me acompaña en esa tarea o se queda inmóvil, sigue vetando, y, en consecuencia, aumentan las posibilidades de que Mariano Rajoy repita como presidente del Gobierno», señaló el secretario general de los socialistas.