La jueza cree que Baltar pidió o aceptó un favor sexual de su denunciante

ourense / la voz

GALICIA

MIGUEL VILLAR

Descarta delito de acoso sexual, pero investiga al líder del PP de Ourense por cohecho

29 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Vuelco en el caso Baltar. La jueza que investigaba la denuncia por acoso sexual contra el presidente de la Diputación de Ourense ha dejado sin efecto esa acusación. Sin embargo ha citado a José Manuel Baltar y a la mujer que lo denunció como investigados (antes imputados) por un presunto delito de cohecho. En un auto notificado el jueves, la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Ourense detalla los indicios a partir de las conversaciones que grabó con micrófono oculto la mujer a quien Baltar le prometió un puesto de trabajo a cambio de sexo, según ella denunció. De esas grabaciones, dice la jueza, «resulta que el imputado solicita o al menos acepta de Teresa F. C. un favor de naturaleza sexual para realizar en el ejercicio de su cargo una acción u omisión: nombramiento de la misma para un empleo público conociendo que carecía de los requisitos legalmente establecidos para ello», comprometiéndose a hacer lo posible para ese fin.

El delito de cohecho, aclara la jueza, se consuma con la solicitud del funcionario o autoridad, o la aceptación por parte de este de ofrecimiento o promesa, para realizar en el ejercicio de su cargo una acción u omisión constitutiva de delito, sin que sea preciso que se llegue a ejecutar.

Recoge el auto que atribuye a Baltar la condición de investigado por el presunto cohecho cómo, cuando aquel llevaba cuatro meses al frente de la Diputación, contesta con un escueto «correcto» al recordatorio que la denunciante le hace en el sentido de que «cuando estuvimos juntos me lo prometiste antes y después» de la cita en un hotel de la capital. «Después de echar a todos estos [en un momento de recorte de empleo], vamos a hacer una historia de servicios sociales: yo te voy a solucionar el problema», dice Baltar a la denunciante, quien, en otra grabación analizada por la jueza, deja claro que había participado en una prueba en la Diputación y que le habían puesto un cero.

«Tengo que cambiarlo. Vas a sacar más. Vamos a aprobar el plan de servicios sociales para este mes, que es la única vía que veo para hacer algo. Tú no sabes cómo está esto», afirma el presidente en una conversación.

Hace también referencia el auto al hecho de que la denunciante hubiera participado sin éxito en pruebas de la Diputación durante el mandato del anterior presidente, José Luis Baltar, padre del actual. Supuestamente, le había prometido un puesto en el registro, pero no lo obtuvo: «Me prometiste que me ibas a ayudar», reprocha Teresa a José Manuel Baltar en una de las grabaciones que cita la jueza. «Esa promesa va a misa», responde él.

La intervención de Baltar padre da pie a la jueza a advertir otro delito, tráfico de influencias, «dada la relación personal de José Manuel Baltar con el presidente de la Diputación, que también se compromete con Teresa a proporcionarle un trabajo».

Anoche, en la presentación del congreso provincial que se celebrará el 5 de marzo, Baltar eludió valorar el auto, concediéndole carácter particular, como lleva haciendo desde que se conoció la denuncia.

La mujer, también investigada por cohecho al saber que participaba en un acto punible

Aunque la denunciante apuntaba al delito de acoso sexual en un contexto de violencia de género, la jueza de instrucción no halla indicios de este delito, «sin perjuicio de una ulterior comprobación». Al no existir una relación laboral, docente o de prestación de servicios entre los dos protagonistas, deja esa posibilidad en tercer plano para centrarse en el delito de cohecho y en el eventual tráfico de influencias.

En este caso, dice la jueza, «exige atender a la conducta punible del particular que entrega retribución (o favor de naturaleza sexual) a autoridad o funcionario público (José Manuel Baltar Blanco) para realizar un acto contrario a los deberes de su cargo». Así las cosas, la denunciante acabó convirtiéndose en segunda sospechosa del mismo delito, por lo que su declaración como testigo de acoso sexual, que estaba prevista para este jueves, se suspendió. En su lugar, deberá acudir el 10 de marzo a las dependencias judiciales para declarar como investigada. La jueza la ha citado el mismo día que a Baltar, con dos horas de diferencia entre ambos.

El auto, de cuatro folios, se centra en desmenuzar los indicios presuntamente delictivos de la actuación de José Manuel Baltar y dedica catorce líneas a la implicación de la mujer.

Los hechos, según resume el escrito, ocurrieron entre enero del 2010 y finales del 2012 y consistieron en «diversas reuniones para ayudarla en el ámbito laboral, una de las cuales tuvo lugar en el hotel Francisco II, teniendo lugar las relaciones sexuales por la promesa de ayuda laboral».

Conocido el auto, las fuerzas de la oposición provincial -PSOE, Democracia Ourensana y BNG- reclamaron la dimisión de José Manuel Baltar por medio de sendos comunicados, igual que AGE. En el pleno ordinario que celebra este viernes la Diputación es previsible que se trate el asunto.

El auto deja en una situación difícil al presidente de la Diputación de Ourense

En el PP han apelado hasta ahora a la presunción de inocencia para mantener un explícito apoyo al presidente provincial de este partido. En la pasada campaña electoral se evidenció la buena sintonía. El caso no pasaba de ser una denuncia de una mujer que le atribuía haberla engañado ofreciéndole un puesto de trabajo a cambio de sexo. José Manuel Baltar no llegó a retratarse en la Fiscalía, ni siquiera para reconocer las grabaciones de las conversaciones con la denunciante. El archivo de la investigación por parte del fiscal permitió rebajar la tensión política. Ahora, el enfoque es diferente. Desde el entorno de la dirección gallega del PP se mostró en todo momento respeto por la jueza. Esta, en su primera valoración, apunta al cohecho y tráfico de influencias.