El alcalde de Oporto considera «dramático» para la ciudad la línea aérea Vigo-Lisboa

begoña íñiguez LISBOA / CORRESPONSAL

GALICIA

Toda la corporación de la ciudad lusa muestra su malestar por la decisión, al temer una pérdida de pasajeros en el Sá Carneiro

27 ene 2016 . Actualizado a las 09:35 h.

La entrada en servicio, a partir de julio, de la conexión aérea diaria de la TAP entre los aeropuertos de Vigo y Lisboa no ha sentado nada bien en Oporto. Toda la corporación local, con su alcalde a la cabeza, el independiente Rui Moreira, mostraron ayer su malestar y preocupación por la repentina decisión de la compañía aérea lusa Moreira declaró al término del pleno municipal «esta decisión es dramática no solo para nuestro aeropuerto, sino para la economía del norte». La región de Turismo del Norte de Portugal estima que en 2015 más de tres millones de extranjeros durmieron en la zona, muchos de ellos gallegos.

Moreira, quien ha repetido muchas veces que los numerosos pasajeros gallegos que escogen Sá Carneiro ayudan a crecer la economía local, afirmó ayer muy irritado «la decisión de la conexión de la TAP entre Vigo y Lisboa ha sido el secreto mejor guardado de la compañía». Para el alcalde portuense «lo único que pretenden es dejar de lado nuestro aeropuerto, a favor del de Lisboa, en lo que se refiere a los pasajeros gallegos». Continúa: «Muchos de ellos escogerán Portela, y no Sá Carneiro, como hasta ahora, en sus vuelos intercontinentales». Añade «me temo lo peor» porque «el número de visitantes, de pernoctaciones en la ciudad y de tráfico internacional en el aeropuerto se resentirá muchísimo». Muy crítico fue también el concejal del Partido Socialista, Manuel Pizarro, quién declaró «el próximo puente aéreo entre Lisboa y Vigo no tiene otro objetivo que retirar pasajeros de Sá Carneiro».

El anuncio de la línea Vigo Lisboa lo hizo hace unos días, el director de ventas de TAP, Carlos Paneiro, en la Feria Internacional de turismo de Madrid (FITUR). Paneiro confirmó que la compañía, recientemente privatizada, «tendrá desde el verano 168 conexiones semanales entre aeropuertos portugueses y españoles». Para el lanzamiento de la nueva ruta se han puesto en el mercado tarifas promocionales a 55 Euros por trayecto y a 99, ida y vuelta.

El punto y final a la privatización de la TAP se puso en el último Consejo de Ministros del conservador Passos Coelho. El contrato final de venta del 66% de la compañía al consorcio del brasileño-estadounidense David Neeleman y del portugués Humberto Pedrosa se firmó ese mismo día, para evitar que el proceso se paralizará una vez que tomara posesión el gobierno de Antonio Costa.