Seis comunidades perdieron más población que Galicia en el 2014

María Santalla REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

CARMELA QUEIJEIRO

Pese a ello, el padrón descendió un 0,59 %, más que la media nacional

25 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

No es consuelo el mal de muchos, pero Galicia, acostumbrada a lidiar en los últimos años con las primeras posiciones en el desafortunado ránking de la crisis poblacional, ha sido superada en el 2014 por otras seis comunidades. Un ligero estancamiento de la caída y el agravamiento de la situación en otras autonomías ha permitido a la comunidad gallega situarse en séptimo lugar entre las comunidades que más población pierden, un puesto que comparte con Cantabria.

En ambas la población bajó un 0,59 % a lo largo del 2014. En términos absolutos, Galicia perdió 16.348 habitantes a lo largo del 2014, un ejercicio que cerró con 2.732.347 personas censadas. Ese porcentaje de caída de 0,59 % es menor que el 0,60 % que registró Extremadura, otra de las regiones más castigadas por la sangría demográfica. A esta le sigue La Rioja, cuya población bajó un 0,61 % a lo largo del 2014. Mientras, el censo de la ciudad autónoma de Ceuta bajó un 0,82 %.

Las tres comunidades en las que desciende más el número de habitantes son las tres que se disputan tradicionalmente con Galicia las primeras posiciones de la caída demográfica. En Castilla y León la caída fue del 0,91 %, en Castilla-La Mancha, del 0,93 % y, por último, el mayor descenso tuvo lugar en Asturias, donde el padrón bajó un 0,99 %.

En las restantes comunidades la población cae menos que en Galicia, pero de todos modos solo tres autonomías y la ciudad autónoma de Melilla ganan vecinos. Es precisamente esta última la que registra un mayor crecimiento, pues su población se incrementó a lo largo del 2014 un 1,27 %. Los demás datos positivos son muy modestos. En el País Vasco la cifra de habitantes subió un 0,01 %; en Murcia, un 0,03 %; y en Islas Baleares, un 0,09 %.

En Andalucía la bajada fue del 0,04 %; en Aragón, del 0,57 %; en Canarias, el 0,21 %; en Cataluña, el 0,14 %; en la Comunidad Valenciana, el 0,48 %; en Madrid, el 0,27; y en Navarra, el 0,05 %.

Pero pese a que Galicia ha conseguido apearse de los primeros lugares del descenso poblacional, la caída sigue siendo aquí mayor que la media española. En el conjunto de España, el padrón cayó en el 2014 un 0,31 %. En términos absolutos, el 1 de enero del 2015 había en España 46.624.382 personas, 146.959 menos de las que había un año antes.

En Galicia la caída se moderó con respecto a lo que había ocurrido en el año 2013. En ese ejercicio el número de vecinos había descendido un 0,62 % o, lo que es lo mismo, 17.245 personas. En el conjunto del Estado se reproduce esa misma tendencia. El desplome de la población había sido mayor en el 2013 de lo que lo fue a lo largo del 2014. En aquel año la caída fue del 0,76 %. España había perdido nada menos que 358.442 vecinos y había cerrado el ejercicio con 46.771.341 personas registradas en el padrón.

El número de habitantes baja hasta los niveles registrados en el 2001

Galicia comenzó el siglo encadenando varios años de subidas de población que, aunque no bastaban para frenar la crisis demográfica, al menos sí servían para aliviarla. Pero esa tendencia se rompió en el 2011. Desde entonces, la comunidad encadenó cinco años consecutivos de caída, y eso ha hecho que retroceda a las cifras de población que había en el 2001. En efecto, ese año Galicia tenía 2.732.926 vecinos; un número cercano a los 2.732.347 que había cuando comenzó el pasado año 2015.

La comunidad alcanzó su mayor cifra de habitantes en el 2010, cuando llegó a contabilizar 2.797.653 vecinos. Desde entonces la cantidad de empadronados ha ido bajando sucesivamente. En el 2011 la caída fue todavía moderada, de solo 2.231 personas, pero en el 2012 ya fueron 13.924, en el 2013 se perdieron 15.558 censados y en el 2014, 17.245. Cuando comenzó el 2015 se había suavizado un poco esa bajada, con 16.348.

Hasta ese 2010 en el que se invirtió la curva, Galicia llevaba una década ganando población. Lo hacía no porque los nacimientos superasen a las muertes, una circunstancia que no ocurre en Galicia desde el año 1987, sino porque los inmigrantes que llegaban de otros países para asentarse en la comunidad compensaban con creces la baja natalidad gallega. Durante la primera década de este siglo, hasta el estallido de la crisis a partir del 2008, hubo una auténtica escalada en la llegada de población de otras latitudes. En la década de los noventa el saldo migratorio -la diferencia entre las personas que emigraban y las que llegaban- osciló entre las tres y las seis mil personas. En el 2002 superaba por primera vez las 10.000, un número que iría aumentando hasta llegar al máximo del 2007, con 19.583. En los dos últimos años ese saldo ha sido negativo.