Iglesias ya no puede pescar en Galicia

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

GALICIA

Pilar Canicoba

La constatación de que la promesa de un grupo gallego era un engaño hace imposible repetir la lista de En Marea

25 ene 2016 . Actualizado a las 18:48 h.

Un mes y cinco días después de las elecciones del 20 de diciembre, seguimos donde estábamos. Nadie sabe nada y todo es posible. En lo que se refiere a la formación de Gobierno, podría decirse que no se ha avanzado un solo milímetro, entre otras cosas porque nadie se ha molestado en progresar lo más mínimo en esa dirección. De momento, prima el ventajismo de esperar a ver si el rival se estrella por encima de la iniciativa política para tratar de conformar una mayoría parlamentaria.

¿Quiere esto decir que todo este tiempo no ha servido para nada? No. La formación de los grupos y el desfile de portavoces por el confesionario de Felipe VI ha conseguido que salgan a la luz cuestiones que algunos querían mantener en la duda, el secreto y la máxima confusión posible.

Seguimos sin saber si Podemos está realmente dispuesto a pactar con el PSOE para propiciar un Gobierno de cambio o si todo es un paripé con el único y último objetivo de desgastar y destruir al Partido Socialista para relevarlo como fuerza hegemónica de la izquierda. Pero, a la espera de despejar esa duda, Pablo Iglesias se ha dejado bastantes pelos en la gatera.

Sabemos ya, por ejemplo, que la promesa de que gracias a la alianza de las mareas con Podemos se iba a conseguir que por primera vez en democracia existiera un grupo parlamentario formado exclusivamente por diputados gallegos era un engaño. Como era obvio y evidente a la luz del reglamento del Congreso, y como sabían perfectamente Iglesias y los suyos, no habrá tal cosa. Y los diputados elegidos en esa lista de Galicia que no son de Podemos solo han servido para engordar el grupo parlamentario de Podemos. De hecho, los escaños gallegos de En Marea pasan a ser los más irrelevantes de las tres confluencias, porque mientras los cuatro diputados de Compromís tendrán voz propia en el Grupo Mixto y a los catalanes de En Comú Podem Iglesias les ha adjudicado ya el fantasmal Ministerio de la Plurinacionalidad, a los gallegos de En Marea no se les ofrece nada. Ni siquiera el honor de que uno de sus representantes comparezca junto al líder supremo en su rueda de prensa en el Congreso como ministrable de algo. Y, pese a ello, la diputada de Anova Alexandra Fernández fue la más entusiasta a la hora de ofrecer sus votos a Iglesias para ponerlos al servicio de Pedro Sánchez.

El resultado es, sin embargo, que aunque hasta ahora se daba por hecho que a Podemos le convenía una repetición de las elecciones, eso ha dejado de ser cierto. Constatado que la alianza En Marea solo sirve para engordar el ego de Pablo Iglesias, sería muy difícil que en unos nuevos comicios se repitiera en Galicia el experimento en las mismas condiciones. Y tampoco Compromís estaría dispuesto a repetir candidatura en la Comunidad Valenciana. Por tanto, a Iglesias ya no le conviene ir a las urnas porque podría quedarse con poco más de 40 escaños y con diputados gallegos, valencianos y catalanes que, por más que sean afines, no estarían bajo su obediencia y tendrían voz y voto propios.

De modo que, aunque se ponga exigente, a Iglesias no le conviene ya repetir las elecciones. A Pedro Sánchez, tampoco. Así que la conclusión lógica es que ese pacto está más cerca que nunca.

La indecisión de Feijoo crea ya malestar a líderes del PP

¿A qué juega Feijoo? La pregunta empieza a ser viral en las filas populares. Su prudencia a la hora de aclarar si optaría o no a un tercer mandato en la Xunta era entendida por muchos como un signo de responsabilidad antes de que se celebraran las elecciones. Pero, ahora que las cosas se han complicado extraordinariamente para Mariano Rajoy, su insistencia en que no revelará su futuro hasta «abril o marzo» es entendida por algunos como una muestra de ventajismo político. Marzo o abril son las fechas en las que se sabrá definitivamente si hay o no nuevas elecciones generales. Y hay quienes piden que Feijoo se defina ya porque, de lo contrario, interpretan que espera a que Rajoy caiga para decidirse.

Todos tienen un plan, pero a Sánchez le vale cualquiera

Si algo deja claro el desconcertante transcurrir de los acontecimientos de los últimos días, es que el discurso y la ideología de Pedro Sánchez, si es que existen, son moldeables y hasta transformables. El resto de los líderes parlamentarios ha fijado cuáles son sus ambiciones y sus posiciones. Mariano Rajoy tiene una idea: conformar un Gobierno solo con quienes defienden el sistema y la unidad de España. Podemos tiene un proyecto: un Gobierno de izquierda que acepte la plurinacionalidad. Ciudadanos tiene un plan: frenar a Podemos y a los independentistas. Sánchez está dispuesto a gobernar solo con Ciudadanos, pero también con su antítesis de Podemos. ¿Cuáles son el plan y los principios del PSOE?

Rajoy no quiere pasar por la investidura ni ahora ni luego

Mariano Rajoy ha tratado de embarrar el campo de juego y desconcertar al personal. Pero su plan es claro. No someterse bajo ningún concepto a una sesión de investidura con solo 122 diputados, desgastar al máximo a Sánchez obligándole a arrastrarse infructuosamente ante Podemos, e ir a unas nuevas elecciones sufriendo el mínimo desgaste. Esa batalla no solo es contra los rivales, sino también de puertas adentro en el PP. El suicidio de la investidura fallida abriría las puertas a su sustitución como líder y candidato popular, por más que las filas se muestren prietas. Mientras eso no suceda, y no sucederá, Rajoy sigue vivo y con todas las aspiraciones a ser candidato en unos nuevos comicios.