El avión reacciona al avance del tren

Serafín Lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Los vuelos Galicia-Madrid
La Voz

Las líneas aéreas ganaron 95.000 pasajeros a Madrid en el 2015 tras perder 500.000 en el 2013 respecto al 2011

19 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Ningún medio de transporte de viajeros ha sufrido tanto el zarpazo de la crisis económica en Galicia como el avión. Los números son conocidos. Entre el 2012 y el 2013, el número de billetes despachados con origen o destino en los tres aeropuertos de la comunidad cayó en más de 800.000. Este desplome de la demanda afectó principalmente a la conexión que mueve más tráfico, la que comunica las terminales gallegas con Madrid. En el 2013 utilizaron el avión para viajar a Barajas 510.000 personas menos que en el 2011. Las aerolíneas mitigaron esa caída en el 2014, cuando aumentaron 48.000 viajeros en esa frecuencia, una recuperación que han consolidado en el 2015, con 95.000 clientes más en los vuelos a Madrid que los atendidos durante el año anterior.

Es la respuesta del sector al crecimiento imparable del tren, el gran beneficiado de la crisis. Favorecido por una mayor estabilidad de las tarifas, pero sobre todo por la rebaja en los tiempos de viaje a Madrid y la mejora en la comodidad de los convoyes, el ferrocarril ha ido comiendo terreno al avión a una velocidad vertiginosa. En el 2014, el tráfico de los tres aeropuertos gallegos con Madrid y Barcelona se incrementó un 2,27 %. Pero el ferroviario creció un 19 %. Es la evidencia de que la entrada en servicio del Alvia y la apertura de nuevos tramos de la línea gallega de alta velocidad, que han reducido a poco más de 6 horas el viaje desde A Coruña y Vigo a la estación madrileña de Chamartín, han convertido el tren en un medio más competitivo. Los desplazamientos no son tan rápidos como en avión, pero el viajero aprecia otras ventajas del ferrocarril, como la mayor agilidad en el embarque, la llegada directa al centro de la ciudad de destino y la menor exposición a contratiempos como los imprevistos meteorológicos que obligan a cancelar o desviar vuelos.

El efecto de la alta velocidad

Galicia se incorpora así a un cambio en el comportamiento de la demanda de viajes de larga distancia que en España registró un punto de inflexión en el 2014. Por primera vez desde la expansión del sector aeroportuario, el tren superó al avión en número de pasajeros. La progresiva implantación de líneas de alta velocidad ha acelerado el proceso. De hecho, en Galicia ya están a la vista sus efectos cuando faltan dos años para que se cumpla el nuevo calendario político de conclusión del AVE a Madrid. En este sentido, el mayor crecimiento de la demanda de los desplazamientos en tren que en avión anticipa una realidad de la que los técnicos llevan años alertando. En concreto, un estudio que la Xunta encargó a una consultora externa ya advirtió que la conclusión del trazado de alta velocidad, que dejará Madrid a unas tres horas de viaje de las grandes urbes gallegas, arrebatará más del 40 % de los pasajeros al avión. El informe vaticinaba que Santiago perdería el 35 % de los viajeros a Barajas; Vigo, un 42; y A Coruña, un 47.

Ante esta amenaza, las tres terminales cimentan parte de su recuperación en el refuerzo de los vuelos a Madrid. Con la paradoja de que el mercado está aplicando en la práctica el criterio que los técnicos plantearon en el comité de rutas y sobre el que las tres ciudades no lograron hasta ahora ponerse de acuerdo, en cuanto a la potenciación de Alvedro y Peinador para el tráfico doméstico, como polos más activos en los viajes de negocios. El resultado es que, entre el 2013 y el 2015, el aeropuerto coruñés ha incrementado su balance con Madrid en 104.000 pasajeros, lo que le permite afianzar su liderazgo en esa conexión con 554.817. En ese mismo período, la terminal viguesa ganó 54.000 clientes en la relación con Barajas, hasta situarse en 496.364 al cierre del 2015. Por el contrario, Santiago sigue rentabilizando la baza de su oferta internacional, si bien el año pasado recuperó algo de pulso en una conexión en la que ha cedido 300.000 clientes en cuatro años.

Galicia dispone durante esta temporada de invierno de 138 frecuencias semanales con Madrid. A Coruña tiene 55, Vigo 48, y Santiago, 35. En su refuerzo se juega el avión buena parte de un liderazgo cada vez más debilitado en el mercado del transporte de viajeros de larga distancia.