Un informe sobre el puente de Rande augura un colapso cuando se amplíe

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

Las plataformas de Rande
Óscar Ayerra

Según el estudio, resultará «caótico» canalizar el tráfico de O Morrazo por un solo carril

15 ene 2016 . Actualizado a las 22:34 h.

La obra de ampliación del puente de Rande sigue siendo objeto de cuestión casi un año después de que la ministra de Fomento, Ana Pastor, presidiese el acto simbólico de inicio de los trabajos, que se han limitado desde entonces solo a la colocación de sendas marquesinas de protección sobre la calzada.

Si a las pocas semanas de la adjudicación de las obras las constructoras ganadoras del concurso ya plantearon al ministerio un cambio para adaptar el tablero actual del puente a seis carriles en lugar de los cuatro actuales y anular así el anclaje de los dos viales exteriores, un informe técnico elaborado para el proyecto de ampliación advierte a mayores que la solución de canalizar por fuera de los pilares todo el tráfico que circula entre Vigo y O Morrazo por un único carril en cada sentido llevará el «colapso» a la infraestructura en cuanto se ponga en servicio su remodelación.

El estudio, que tiene en sus manos los técnicos y responsables de Fomento y de la Xunta, señala textualmente que «la solución prevista generaría en el carril adicional, y ya desde su inicio, una situación totalmente inestable que se tornaría caótica en las horas punta de demanda».

El informe se basa en una microsimulación digital del tráfico actual y su previsible evolución en los próximos veinte años. Pero el estudio reitera que desde el primer momento resultará insuficiente un único carril para absorber todo el tráfico local que circula entre las dos orillas de la ría, dado que el actual tablero pasaría a ser usado exclusivamente por los usuarios que circulan en el eje Vigo-Pontevedra.

La recreación del comportamiento del tráfico sobre el puente cómo está previsto ampliarlo, indica que la conversión en autovía del actual corredor de O Morrazo, que pasará de uno a dos carriles por sentido, aumentará previsiblemente en la zona el número de vehículos, que se encontrarían en el remodelado puente un embudo al pasar de las dos calles del vial de competencia de la Xunta al único que canalizará la circulación por el exterior del paso elevado hacia Vigo.

Lo mismo ocurriría en sentido contrario, donde de tres carriles, fruto de la ampliación que ya se lleva a cabo desde el barrio vigués de Teis, se pasaría a uno para los usuarios que tomasen la salida hacia O Morrazo.

«Ante un eventual corte de carril efectuado en los estudios por microsimulación, se comprueba que en los carriles ampliados se genera instantáneamente una problemática traducida en colas en todo el carril, colapso que al producirse la conexión de la autovía de O Morrazo haría que esas colas fuesen kilométricas, lo que implicaría que los vehículos afectados habrían de retroceder marcha atrás mientras no se desbloquease el corte». «No habría vía alternativa de escape, con el enorme peligro que ello conlleva», alerta el estudio.

Más tráfico por un carril

El citado análisis técnico hace hincapié en que de los más de 52.000 vehículos que cruzan el puente cada día (se han superado puntas de 70.000 en meses de verano) se mueven entre Vigo y O Morrazo el 53 %, mientras que el 47 % restante circula entre Vigo y Pontevedra.

Echando mano del sistema norteamericano de medición de capacidad de vías de alta ocupación (Highway Capacity Manual), el estudio resuelve que en la actualidad Rande se encuentra en un nivel F, el mayor posible de los seis existentes y que marca que la demanda de usuarios excede la capacidad del puente al moverse más de 28 vehículos por kilómetro en cada momento. La recreación de la ampliación con un carril por sentido por el exterior de los pilares determina que en el momento de su entrada en servicio el tronco central pasaría al nivel D (niveles de turbulencia que comienzan a ser importantes y casi todos los vehículos se ven obligados a reducir su velocidad), mientras que los nuevos canales adheridos para el tráfico con origen o destino en O Morrazo estarían en nivel E en su tope máximo rayando el F y situándose así «próximos al colapso». La misma estimación con valores de crecimiento previstos para el año 2035 llevan al nivel E a la circulación entre Vigo y Pontevedra a su paso por el tablero actual de 23,4 metros de ancho (próxima la saturación, con velocidad reducida y riesgo de colas), y al F los carriles exteriores.

La intensidad media para el tramo Cangas-Vigo pasará de los 16.717 vehículos de media al día a 22.119 dentro de 20 años, en todo ese plazo ya por un solo carril. En el sentido contrario, entre Vigo y Cangas la circulación subiría de 15.478 a 20.478, produciéndose en ambos casos a tenor del informe la saturación del tráfico, que se prevé crezca en 1,44 % a partir de la culminación de la obra en el 2017.