Un pulso enrevesado que solo puede ganar uno

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Besteiro se juega su carrera política y Pilar de Lara, su credibilidad como magistrada en el caso

13 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Besteiro se juega su carrera política en el parqué del Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo y la que es su titular desde el 2007, Pilar de Lara, se juega su credibilidad como magistrada en el caso con el que intenta poner contra las cuerdas al líder del PSOE gallego. Ambos están llevando su pulso al límite, y al final solo puede ganar uno.

Todo empezó con el convenio del 2005 que alumbró la urbanización de O Garañón (Lugo). El caso llegó a los juzgados en el 2008 a raíz de una denuncia vecinal y Besteiro, exconcejal de urbanismo, fue puesto en el punto de mira en el 2010. En el 2013, al convertirse en secretario general del PSdeG, se le requirió información de este asunto y, en julio del 2015, fue imputado por cuatro delitos justo cuando el Parlamento gallego se disponía a designarlo senador autonómico y, por tanto, aforado.

Desde entonces, la suerte de Besteiro pende de un hilo que la jueza mueve a su antojo, sin que sus tiempos tengan que casar con los de la política. Y en el PSdeG aguantan el calvario con resignación. Lo hizo primero Francisco Rodríguez, alcalde de Ourense, y López Orozco, regidor de Lugo, ambos desaparecidos de la primera línea sin que sus casos se resolvieran porque la misma jueza puso su lupa sobre ellos. Besteiro también lo sobrelleva, pero con más beligerancia, pues en su entorno no pasan por alto que cinco años de instrucción bastaron para sentar en el banquillo a toda una infanta de España por el caso Nóos, pero no le fueron suficientes ocho a De Lara para cerrar la instrucción de O Garañón.

Conflicto con el abogado

El pulso de la jueza con el político se aderezó en los últimos meses con algunos ingredientes que rozan la vendetta. La defensa de Besteiro puso en duda la competencia de la citada jueza para investigar al líder del PSdeG y ella reaccionó denunciando al abogado por un supuesto intento de coacción. El siguiente paso fue la recusación presentada contra De Lara, e intensificar la carga semántica de los recados que le envían desde el PSOE personas como el senador Modesto Pose, que hace dos días puso en duda su imparcialidad.

El pulso sigue su curso. El Besteiro que antes quería declarar sin dilación se aferró ayer a su derecho a no hacerlo, quizás esperando que la Audiencia de Lugo resuelva la recusación contra la jueza. Es el último cartucho del que dispone el político. Y si resulta que no yerra el tiro, entonces será la magistrada la malherida. Así es el pulso: uno u otro.