La USC eleva su presupuesto y Vigo lo baja con el nuevo plan de financiación

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

La Universidade da Coruña no ha podido aprobar las cuentas del 2016 por el cambio de rector

12 ene 2016 . Actualizado a las 15:33 h.

El nuevo plan de financiación de las universidades supone una inyección de 2.480 millones de euros para las tres instituciones gallegas en el período 2016-2020. Un total de 2.069 vinculados directamente a este documento, y otros 410 al margen de este programa económico. El año que acaba de empezar será por lo tanto el primero en el que las universidades adapten sus presupuestos a los nuevos fondos, y lo han hecho de forma bastante diferente, ya que mientras la USC eleva sus cuentas de forma bastante llamativa, en Vigo las han reducido.

La institución compostelana que ahora preside Juan Viaño Rey vivió un período delicado entre los años 2012 y 2014, cuando no pudo aprobar los presupuestos y tuvo que prorrogar durante tres años las cuentas del 2011. A finales del 2014, tras el cambio de rector, se aprobaron por fin unos presupuestos nuevos, de 199 millones de euros. De cara al 2016, por primera vez tras años de prórrogas y recortes, la USC contará con veinte millones más que en el 2015. Y el plan de financiación de la Xunta tiene mucho que ver. En un principio, el claustro universitario ratificó unas cuentas de 214 millones, pero el pasado 17 de diciembre se incorporaron cinco más, hasta los 219,29, tras recibir el convenio con la Xunta que define el Plan Galego de Financiación Universitaria, que modificó al alza las previsiones de recursos afectados. También se contabilizó una ayuda que no estaba prevista del Ministerio de Economía.

En Vigo habrá cinco millones menos que en el 2015, un 2,79 %, con una cifra en este ejercicio que comienza de 160,6 millones frente a los 165,2 del 2015. La explicación que en el claustro dio el vicerrector de Economía, José Manuel García, alude a las estimaciones del plan de financiación, pero se achaca principalmente a que finalizan las ayudas de investigación a proyectos concretos de la institución. De hecho, Salustiano Mato aseguró esta semana que «nós non facemos estética presupostaria, o 2 % baixou porque en Vigo rematan unha marea de obras ao mesmo tempo. Se separas os investimentos finalistas medramos un 4 %, no orzamento estrutural e basal», concluyó.

Falta la Universidade de A Coruña, que no ha aprobado aún las cuentas porque el nuevo rector de la institución fue elegido el pasado 3 de diciembre. Julio Abalde sustituye a Xosé Luís Armesto y toma posesión hoy. Aun así, una de sus primeras prioridades es la de preparar las cuentas para el 2016.

Un 17,7 % más de fondos

El plan de financiación que marca el montante económico de las universidades gallegas en los próximos cinco años fue aprobado por unanimidad por los tres rectores gallegos, aunque no se mostraron del todo conformes con los criterios de reparto, sobre todo el de A Coruña. En principio la Xunta sostiene que durante este período las tres instituciones recibirán un 17,7 % más de ingresos que en el 2011-2015.

No obstante, si se compara la inyección de partida del plan 2016-20 con los ingresos que las universidades obtuvieron realmente de la Administración autonómica en el período 2011-2015 (2.230,14 según las cifras actualizadas en junio pasado), el incremento sería del 11,17 %, 249 millones más durante el quinquenio.

Las universidades perdieron 86 millones en sus presupuestos entre el 2009 y el 2015

El plan de financiación que se acaba de firmar supone un aumento del dinero con el que contarán las universidades, y sobre todo un marco estable que les permitirá planificar, algo esencial para este tipo de instituciones. Aunque parece que la situación mejora ahora, los rectores han tenido que apretarse el cinturón como toda administración pública, y lo han hecho.

Entre los presupuestos de los años 2009 y 2015 perdieron 86 millones de euros entre las tres. Todas sufrieron caídas progresivas en sus cuentas, aunque en el año 2015 las universidades de A Coruña y Vigo ya elevaron algo sus presupuestos, mientras que la Universidade de Santiago lo hace este año por primera vez. El nuevo plan establece que el 66 % de los fondos que aporta la Xunta sirvan para financiar el funcionamiento de las universidades, mientras que el 34 % restante tiene como principal objetivo incentivar la obtención de resultados.