Pilar Rojo: «El insulto no es política ni es control parlamentario, no se puede consentir»

serafín lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Álvaro Ballesteros

La presidenta del Parlamento defiende las reformas como parte de su legado en la Cámara: «El que quiera robar lo tiene cada vez más difícíl»

27 ene 2016 . Actualizado a las 13:53 h.

Diputada, conselleira con Fraga y del círculo íntimo de Rajoy, Pilar Rojo apura sus últimas horas como presidenta del Parlamento antes de ocupar escaño en el Congreso. Rojo reivindica las reformas aprobadas en su mandato y, por si hay dudas, señala que el ourensano Miguel Santalices sería un extraordinario sucesor.

-Cierra un ciclo de siete años de presidenta. Toca hacer balance.

-El tiempo pasa muy deprisa. Parece que fue ayer cuando llegué y pedí prestado un reglamento a una letrada para llegar preparada a la sesión constitutiva. Llegar de diputada y salir de presidenta ha sido un honor muy grande, una etapa muy intensa en la que he intentado dar lo mejor.

-¿Y el telón cae por decisión propia o por exigencias del partido?

-En política se abren y cierran etapas continuamente. Es una gran responsabilidad que el partido confíe en mí. Siempre he entendido la política como servicio público, no como una profesión. Uno no debe eternizarse en los sitios, y tiene que dar ejemplo cuando le piden que dé un paso. Me ilusiona. Seguiré trabajando por Galicia, pero en otro sitio.

-Pero deja atrás siete años intensos. Entre otras cosas, incluyeron una propuesta de recorte de escaños que quedó en nada.

-Muy intensos. Convertimos esta Cámara en la más activa de España. Es el centro de la vida política, y todos los diputados debemos estar orgullosos. Sacamos adelante, con apoyo de los dos grupos mayoritarios, una reforma del reglamento. Y los grupos que se negaron ven lo beneficiosa que es. Cuanto más se conozca este Parlamento más se valorará lo que aquí se hace. Sobre todo, en circunstancias en las que la política y los políticos no pasamos por nuestro mejor momento.

-Los grupos minoritarios rechazaron sin éxito esa reforma del reglamento. Pero sí frenaron junto al PSOE el recorte de diputados.

-El presidente siempre dijo que había que ir a mayorías amplias. Me quedé muy tranquila, porque creo que determinado tipo de reformas deben ser por consenso.

-¿Compartía usted la propuesta?

-Preguntar a la presidenta del Parlamento no es lo más adecuado, pero las cosas deben discutirse. Puede que funcionemos bien con 75 diputados, y a lo mejor funcionamos igual, no digo con 61, pero sí con 65 o con 63. Los debates hay que darlos y así se hizo.

-También adoptaron medidas para hacer más transparentes las retribuciones de sus señorías.

-Esta es una Cámara transparente desde hace tiempo. Todo lo que dice la ley de transparencia y más está ahí. Ahora modificamos la web para que sea más ágil, con las últimas modificaciones de la ley de transparencia y lo aprobado para que los ciudadanos puedan hacer preguntas al presidente o al Gobierno, y presentar iniciativas de impulso. Y la modificación de la iniciativa legislativa popular. Siento no ser yo quien lo presente. No hay interés en ocultar nada al ciudadano.

-¿Son suficientes esas medidas? ¿No queda rastro de opacidad?

-Entre las de Galicia y las que aprobó el Gobierno, en cuanto a transparencia y medidas anticorrupción... Pienso que el ruido no deja ver lo que hay. Y cuando las cosas se serenen muchos se darán cuenta de cuánto se ha hecho.

-Los ciudadanos ya no pasan por menos. En la calle sorprende que los diputados no tributaran por parte de sus ingresos.

-Pero aquí se tributa por todos los conceptos. Es una de las reformas fiscales que hicimos. Solo se dejó es la posibilidad de pasar un gasto de coche, cantidades mínimas. Cualquier ciudadano debe saber lo que se paga con dinero público a un diputado y al presidente de la Xunta o del Parlamento. Pero no comparto que deban saber en qué gasta su dinero un diputado. Al que quiera robar, cada vez le resulta mucho más difícil. De eso se trata.

-Ha sido una etapa bronca, con episodios reiterados de crispación en esta segunda legislatura.

-Es verdad que ha habido un grupo nuevo que generó una dinámica que no es buena. Jugar al límite, el insulto, no tiene nada que ver con la política ni con el control parlamentario. Las cosas han mejorado, pero como en el colegio, a base de poner llamadas al orden y alguna expulsión. Hay cosas que no se deben consentir.

-Habla de AGE. ¿Opina que esa actitud obedece a una estrategia?

-Cada uno sabe lo que hace, pero cuando llegaron a esta Cámara plantearon las cosas de una forma que el resto de grupos no lo hacía. No estábamos acostumbrados en la Cámara a llegar a esos límites. Sobre si es estrategia o no, tengo mi opinión, pero quiero ser institucional hasta el final.

-¿Ha tenido conversaciones en privado con Beiras sobre esto?

-Por este despacho han pasado muchos diputados, con los que he intentado razonar e intercambiar opiniones. El pleno del Parlamento es un gran teatro. Pero hay detrás diálogo y pactos.

-¿Esos encuentros han servido para mejorar el clima?

-Y para establecer relaciones personales. No estamos para hacer amigos, pero acabas haciéndolos en los grupos. Yo lo intento.

-¿Lo ha conseguido con Beiras?

-Pregunta usted demasiado. Aunque no tengo nada contra él.

-Su sucesor en la presidencia ya estará decidido a estas alturas.

-No lo sé. El grupo parlamentario [del PP] tiene mucho que decir. El presidente se elige en pleno y el primero es a final de mes.

-Pero tendrán un perfil para un cargo que exige experiencia y conocer a fondo el reglamento.

-Y paciencia y responsabilidad. En el grupo hay muchos compañeros que pueden asumirlo.

-Miguel Santalices tiene ventaja. La ha sustituido cuando ha sido necesario y conoce bien la casa.

-Sería un candidato extraordinario, como otros compañeros.

-Como Marta Rodríguez Arias.

-Por eso digo que hay muchos compañeros con posibilidades. Si me piden opinión la daré, pero yo no formaré ya parte del grupo.

-¿Preferiría que fuera una mujer?

-Por supuesto. Usted sabe que me llevo extraordinariamente bien con Santalices y haría un extraordinario presidente. Lo hace muy bien cuando me sustituye. Y si me pregunta por una mujer, pues también me encantaría.

pilar rojo presidenta saliente del parlamento de galicia

«Espero que Feijoo siga siendo nuestro presidente y el candidato del PP a las autonómicas»

Rojo se suma al coro de voces del PPdeG que apoyan que Feijoo opte a un tercer mandato. En el plano nacional, advierte que la disyuntiva es que gobierne Rajoy o ir a un adelanto electoral que cree que no le conviene al país.

-Usted se va a Madrid y Feijoo dice que en abril desvelará si optará o no a un tercer mandato. ¿Piensa que debe continuar?

-Es una decisión personal. La única que puede tomar él en soledad, decidir si se ve con fuerzas. A mí me encantaría, porque ha sido un gran presidente y Galicia necesita en este momento a un presidente con criterio, capacidad de trabajo y dedicación.

-¿Tendría sustituto?

-Pues no me lo he planteado, pero ya sabe que en esta vida nadie es imprescindible ni insustituible. Otra cosa es que sea mejor o peor. Espero que ese momento no llegue por ahora, y que Alberto siga siendo no solo el presidente si no nuestro candidato para las próximas elecciones.

-Y el momento político incierto tampoco invita a improvisaciones.

-Es un momento complicado, sobre todo por las inestabilidades. La situación de España necesita de una estabilidad. Todavía la crisis no está superada y hay más de cuatro millones de personas en paro. La situación es complicada. Hay un partido que ha ganado las elecciones y coloca los intereses de España por encima de los del partido, y otro que está priorizando los personales. Espero que impere la cordura y que los partidos constitucionalistas alcancen un acuerdo. La estabilidad es muy necesaria.

-¿Y no han analizado esas incertidumbres en clave gallega, con las autonómicas a la vista?

-En Galicia tenemos un Gobierno estable. Y aspiro a que mi partido revalide la mayoría absoluta. Es difícil. Las mayorías son cada vez más complicadas, pero se han hecho las cosas y se puede ofrecer un balance a los gallegos. Y hay que ver las alternativas, lo que pasa donde gobiernan otros.

-¿Cree que habrá nuevas elecciones generales en mayo?

-No se puede descartar, pero en este momento la alternativa es un Gobierno con Rajoy o el adelanto electoral. Y espero que sea la primera, porque no me parece que le convengan a España tan pronto unas nuevas elecciones.

-Usted es una persona muy próxima a Rajoy. Se habrán visto recientemente. ¿Cómo lo ve?

-Tranquilo y con ilusión y ganas de seguir trabajando. Un político que ha colocado los intereses de su país por encima de los de su partido merece un voto de confianza para formar Gobierno.