Un guardia civil evita el choque contra otros coches de una conductora ebria

P. Seoane OURENSE / LA VOZ

GALICIA

Iba en su vehículo particular y logró alertar durante tres kilómetros a otros automovilistas que iban por la N-541

04 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Las maniobras de un guardia civil del destacamento de Tráfico de Ourense evitaron que en las últimas horas de la tarde de fin de año se produjese un accidente de graves consecuencias en la carretera N-541, entre Pontevedra y Ourense. El guardia civil, que estaba fuera de servicio en ese momento, conducía su turismo particular, en el que viajaban su mujer y su hija de meses. Ya pasado el alto do Paraño, a la altura del kilómetro 38, se puso en alerta al encontrarse en su mismo sentido un turismo Peugeot que circulaba a una velocidad inusualmente lenta y que hacía eses sobre la calzada, de un lado a otro y con invasiones puntuales del carril contrario.

Ni los bocinazos ni las luces lograban modificar el rumbo del otro coche. En un momento en el que no había tráfico en sentido contrario, el guardia civil se puso a la altura del otro coche para pedirle que parara. Pero la mujer que iba al volante ni lo vio. El riesgo era alto, por lo que decidió utilizar su propio coche como barrera para retener a los vehículos que circulaban detrás. Puso los cuatro intermitentes y a golpe de claxon consiguió evitar durante unos tres kilómetros que nadie adelantase. Y trataba de asomarse cuanto podía al carril izquierdo para advertir con ráfagas de luces a quienes circulaban en sentido contrario. Hasta en cuatro ocasiones pasó el Peugeot a pocos centímetros de otros vehículos que se cruzaron con él.

Las maniobras del guardia civil consiguieron evitar colisiones con otros vehículos, aunque finalmente, en la localidad de Brués, ya en el municipio de Boborás, el Peugeot se salió de la carretera por su margen derecho y chocó contra el muro de una finca.

Dio 0,80 en el test de alcohol

Los servicios de urgencias hicieron el resto, mientras una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico levantaba atestado de un sucesos que dará lugar a unas diligencias judiciales por delito contra la seguridad del tráfico ya que la conductora que pudo haber provocado una tragedia circulaba ebria. En la prueba que le hicieron dio una tasa de 0,80 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, muy superior al máximo autorizado, que es 0,25.

A buen seguro, los conductores que ese último día del año se cruzaron con aquel Peugeot en la carretera N-541 agradecerán hoy las maniobras que el guardia civil hizo estando fuera de servicio y desde su propio coche.