Bautista Álvarez censura la campaña de Nós y pide retirar «o temón das mans dos grumetes»

m.b. SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

OSCAR CELA

El histórico dirigente nacionalista cuestiona con dureza la estrategia electoral emprendida en las elecciones generales

30 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El histórico dirigente nacionalista Bautista Álvarez, fundador de la Unión do Povo Galego (UPG), ha hecho público un artículo en el portal Terra e Tempo, la revista digital del partido mayoritario del Bloque, en el que cuestiona con dureza la estrategia electoral emprendida por Nós Candidatura Galega el 20-D; en su análisis, titulado Como combater as horas baixas, Bautista Álvarez coloca el foco en el error de que el nacionalismo haya renunciado a la marca del Bloque.

«Aos que aínda andamos pola vella sorpréndenos que o nacionalismo entre no céspede co segundo uniforme, o que lle corresponde ao equipo visitante. É como saír á rúa en coiros nunha mañá de xeada», explica Álvarez; sin ninguna referencia al papel que ha tenido la ruptura de la unidad del nacionalismo y la irrupción de En Marea, el histórico dirigente de la UPG cuestiona la renovación -«Haberá que retirar o temón das mans dos grumetes»- e incluso el contenido de la campaña. «Os amores de cada quen e as súas preferencias deben reservarse para a intimidade da alcoba; ao elector interésalle máis saber o que vai comer e non con quen se vai deitar», escribe en alusión al vídeo en el que Callón y Jorquera se besaban.

Este artículo sale a la luz días después de que en el mismo portal, Francisco Rodríguez, ex líder de la UPG, publicase un texto en sentido contrario; después de alabar el trabajo de Nós, Rodríguez resume el 20D con un análisis que encabeza con la palabra Demoledor, unos resultados, a su juicio, peores de los esperados e injustificables. Sin entrar en la parte de autocrítica que anuncia al principio, Rodríguez defiende que el nacionalismo tenga su propio proyecto y culpa de lo ocurrido a la fuga del voto a En Marea, coalición empujada por Podemos y que encarna una nueva forma de hacer política en la que, paradójicamente, reinan viejos trucos, como son la «confusión e a trapallada».