El freno de la inmigración -se van más personas de la comunidad de las que llegan- y la baja natalidad propician la caída
08 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Si continúa -y será muy difícil que eso no ocurra- la tendencia que marcó el primer semestre del año, durante el cual Galicia perdió 8.365 habitantes, la comunidad cerrará este 2015 marcando el quinto año consecutivo de descenso poblacional. Desde 1998, en el que Galicia había perdido 18.078 vecinos, hasta el 2011, el padrón de habitantes engordaba cada año, un acelerón solo interrumpido en el 2004, con una caída de 109 personas. Sin embargo, la tendencia al alza se quebró en el 2011, que Galicia cerró con 2.231 habitantes menos. La caída se aceleró al año siguiente, con una pérdida de 13.924 censados. En el 2013 el descenso fue de 15.558 personas, y en el 2014, de 17.245. En el caso de que el segundo semestre de este año reproduzca la tendencia del primero, la bajada poblacional podría suavizarse ligeramente con respecto a la del año anterior, pero rondaría los 17.000 empadronados menos.
Para propiciar esa caída se conjugan el saldo vegetativo negativo -diferencia entre nacimientos y defunciones- que Galicia acumula desde hace casi tres décadas y el también negativo saldo migratorio, esto es, la diferencia entre las personas que llegan a Galicia y las que se van.
En efecto, a pesar de que en la comunidad nacen, año tras año desde 1998, menos personas de las que mueren, la llegada de inmigrantes permitió que durante la primera década de este siglo la población no solo no cayese, sino que creciese cada año -a excepción de aquella ligerísima caída del 2004-. Así, el censo de habitantes de Galicia pasó de los 2.724.544 del año 1998 a los 2.797.653 del 2010. Desde este último año hasta el 1 de julio de este 2015, cuando el Instituto Nacional de Estadística (INE) contabilizó 2.726.291 personas, ha perdido 71.362 vecinos.
Al menos desde 1990, la cifra de personas que llegaba a Galicia superaba invariablemente a la de aquellos que se iban. Esa diferencia fue especialmente amplia durante la década del 2000. Así, en el 2002 fueron 10.341 personas más las que se asentaron en la comunidad que las que se fueron. Un año más tarde, esa diferencia fue de 11.175 censados. En el 2004, el saldo migratorio creció hasta las 15.052 personas, y en el 2005 fueron 16.845. En el año 2006 la cifra de inmigrantes superó en Galicia los cien mil. Concretamente llegaron a lo largo de esos doce meses 106.371 personas, 17.601 más que las 88.770 que se fueron. La cifra creció todavía más en el 2007, con 112.995 vecinos llegados de otros países o comunidades. También subió en ese ejercicio la diferencia con los que marcharon, que fue de 19.583 personas.
Desde entonces, la distancia entre el número de personas que llegaron a Galicia y las que emigraron desde la comunidad se fue estrechando, hasta que en el 2013 se invirtió la tendencia y el saldo migratorio fue negativo. Ese año las cuatro provincias gallegas recibieron 87.912 inmigrantes, mientras que 90.745 personas emigraron. También con balance negativo finalizó el 2014, con 2.279 emigrantes más que inmigrantes. La tendencia continuó durante el primer semestre de este año. Hasta el 1 de julio emigraron 11.830 gallegos, y llegaron a Galicia 10.595 personas. Se perdieron por esta vía, por tanto, 1.135 habitantes.
En lo que respecta al saldo vegetativo, y pese a que durante el primer semestre de este año aumentaron los nacimientos con relación al mismo período del ejercicio anterior, el 2015 apunta a finalizar con un histórico resultado negativo. Fueron ya muy malos el 2013 y el 2014, con 10.706 nacimientos menos que fallecimientos en el primero de ellos, y 10.128 en el segundo. Entre el 1 de enero y el 1 de julio de este 2015, en solo seis meses, Galicia tuvo un saldo vegetativo negativo de 7.130 personas.