Ricardo Pérez Lama: «Es una sentencia bien armada, pero poco dura. Merecían veinte años»

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

CÉSAR TOIMIL

El abogado de la acusación popular del caso Asunta cree que la niña molestaba a Porto y Basterra quería vivir de su ex

14 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La asociación Clara Campoamor ejerce la acusación popular en el caso Asunta. Su delegado en Galicia, el abogado ferrolano Ricardo Pérez-Lama, se ha dedicado los dos últimos años a ser «la voz de la niña». Para él, este caso supone un espaldarazo al tribunal del jurado «en contra de quienes lo critican y no quieren reconocer el valor constitucional de la participación ciudadana en la justicia».

-Querrá volver a la normalidad...

-Evidentemente. Para nosotros es un respiro. Nos queda la satisfacción del deber cumplido. Ahora toca seguir trabajando porque, como es norma en nuestro despacho, hemos llevado el caso de forma desinteresada.

-¿Se ha hecho justicia?

-Entendemos que sí. Desde el segundo uno hemos dicho que el veredicto fue impecable y que la sentencia sigue esa línea. Seguimos pensando que la condena debería de ser de veinte años de prisión para cada uno, habida cuenta del reproche penal que hoy conllevaría, que es la prisión permanente revisable, de que la niña tenía 12 años y del sufrimiento que padeció en los meses previos en los que la drogaron continuadamente. El juez ha tomado esta decisión...

-Muchos ven una pena leve.

-La verdad es que es una sentencia sustantivamente bien armada pero poco dura, merecían una pena de 20 años. ¿Si no, cuándo se ponen los 20 años? Hoy [por ayer] leía en La Voz el cálculo, acertado, de que van a pasar sobre 13 o 14 años. Y la realidad es que dos más sería lo adecuado.

-¿Van a recurrir?

-Esa decisión no me compete tomarla a mí como delegado en Galicia de la asociación. La presidenta [Blanca Estrella] está meditándolo y consultando con otros muchos letrados colaboradores en toda España. Yo haré lo que ella me diga. Nosotros entendemos que si en este caso no se impone la máxima pena, cuándo lo merecería. ¿Qué se necesita?

-¿Esperaban un veredicto de culpabilidad y que fuese unánime?

-Tuvimos cierta preocupación. Intentamos trasladar la idea de que sí había pruebas, porque los indicios y su concatenación lógica constituyen prueba, pero había una tendencia generalizada a discutir la existencia de pruebas diciendo que solo había indicios. No obstante, teníamos confianza porque la Guardia Civil hizo un trabajo excepcional. Y hubo una contundencia increíble en los testigos, que declararon con valentía. Sobre todo personas como la menor que vio en la calle a Basterra con Asunta. Nos han dado una lección de colaboración con la justicia.

-¿Hay lagunas en la sentencia?

-Algunos han pedido lo imposible, que es tener una foto del asesinato. Sobre el traslado del cadáver, no es algo fundamental y se sacó del objeto del veredicto a petición de las defensas. Esto pertenece a una fase que se llama agotamiento del delito, porque lo importante es el asesinato. Vemos en el caso Marta del Castillo que los culpables están en prisión y no se ha hallado el cuerpo. Y sobre si Basterra fue o no en el coche, lo que se da por supuesto es que es un plan conjunto, que los padres han actuado de común acuerdo.

-¿Cuál cree que fue el móvil?

-Entiendo que son móviles distintos. Ella, tras la relación con su amante, tenía una ilusión a futuro. Hay ese componente sentimental. Y, claro, hay algo que le sigue uniendo a Alfonso Basterra y le estorba y, por lo tanto, creemos que la niña le molesta para poder estar con la persona con la que ella quiere y porque le une a su exmarido. Él, porque que ambos asesinen a su hija es el vínculo de unión que jamás va a poder romper Rosario Porto. Es la manera en la que él la va a tener atada de por vida. Este ya es un móvil no sentimental, sino económico, porque es ella la que tiene dinero, y él, nada. Esta es nuestra opinión, aunque como sabe, el móvil no tiene relevancia jurídica.