Chocan dos camiones en la A-6 y se origina un vertido químico a un río en Lugo

tania taboada LUGO / LA VOZ

GALICIA

Tras el accidente, que se produjo por alcance después del atropello de un perro, cayeron al río 14 sustancias contaminantes

05 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Un accidente que se produjo la madrugada del miércoles en la autovía A-6 a la altura del municipio lucense de Baralla causó un vertido químico al Río Neira, afluente del Miño, y a un coto de pesca de referencia en la provincia de Lugo. La colisión tuvo lugar en torno a las cinco de la madrugada a la altura del kilómetro 465 cuando un primer camión atropelló a un perro en la vía y fue alcanzado por un tráiler que venía detrás. Ambos vehículos perdieron parte de la carga que transportaban, que se desprendió por la mediana de la autovía y fue a parar al río Teixeira, ubicado a unos 300 metros del Neira. Uno de los camiones transportaba electrodomésticos y el otro llevaba diverso material, entre el que se había comida, textil, insecticidas, detergentes y otros productos que contienen una gran cantidad de sustancias contaminantes y muy tóxicas para los organismos acuáticos, y que pueden provocar a largo plazo efectos negativos en el medio ambiente.

En total existen catorce sustancias contaminantes entre la carga caída de uno de los camiones: pinturas, hidróxido sódico en solución, líquido alcalino caustico, peróxido de hidrógeno y ácido peroxiacético, ácido fosfórico en solución, hidróxido sódico en solución, ácido clorhídrico, acetona, líquido corrosivo, peróxido orgánico líquido C-3, líquido corrosivo ácido inorgánico, etanol en solución, líquido corrosivo y líquido corrosivo básico inorgánico. Agentes de la Guardia Civil, de Medio Ambiente y de la Confederación Hidrográfica Miño Sil supervisaron durante todo el día la zona. Ejercieron labores de limpieza, colocaron barreras anticontaminación para absorber el gasoil e implantaron pilares manta en el campo para absorber los vertidos. Además tomaron muestras del agua, que se está analizando en un laboratorio de A Coruña, y recogieron truchas muertas que se analizan en el hospital veterinario lucense Rof Codina. Una piscifactoría que se encuentra próxima a la zona no se vio afectada por el momento, aunque los peces ya mostraban ayer síntomas raros.