Los escaños suben de precio

Carlos Punzón
Carlos Punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

Reparto de votos en elecciones generales en Galicia
La Voz

El PP estima que podría bajar 4 diputados en Madrid, el PSOE ve posible subir 2, Podemos+AGE, de 3 para arriba, y el pesimismo planea sobre el BNG

13 oct 2015 . Actualizado a las 08:37 h.

Mariano Rajoy ya ha iniciado la cuenta atrás de la campaña que se da por hecho va a tener los escaños más disputados y caros en votos desde los primeros comicios de la democracia. Si en el conjunto del Estado se tiene claro que el número de protagonistas cambiará por la irrupción de Podemos y Ciudadanos, las tres formaciones gallegas con presencia en las Cortes deberán contar al menos con un cuarto invitado, la candidatura que aquí formen los de Pablo Iglesias con los de Beiras, EU y lo que sume esa causa. Lo que rasque la incógnita de Ciudadanos tras su irrupción catalana, aunque lejos de semejar ser suficiente a estas alturas para poder hacerse con un escaño en alguna de las provincias gallegas, será descontado del casillero del PPdeG, que con toda probabilidad verá como se reducen las distancias que hace cuatro años logró frente a sus adversarios.

El hastío del zapaterismo llevó al PP en el 2011 en Galicia al segundo mejor resultado de su historia, al hacerse con 15 de los 23 diputados en juego. El desgaste de Rajoy y de su propio partido, la fuga de votos que pueda producirse hacia Ciudadanos, y el rearme de opciones en la izquierda, hace que en el propio PPdeG se estime que su caída puede llegar a ser en Galicia de tres o cuatro escaños.

Evitar el trasvase al PSOE

El objetivo de los populares gallegos se centra en evitar que esos votos y actas que se puedan perder pasen a manos del PSOE. Una diferencia notable con los socialistas es la única baza que Rajoy podrá esgrimir para deslegitimar el que podría ser el primer pacto de gobierno estatal de partidos que no han ganado en las urnas. Galicia es desde 1982 un granero casi infalible en el balance de diputados que el PP presenta en Madrid. En el 2011 lograron nueve escaños de diferencia con el PSdeG, aunque también cuatro años antes solo uno.

«Hay partido, algo que hace meses era impensable», reseñan los analistas del PPdeG, para afirmar que van hacia arriba.

La misma impresión de recuperación es la que venden los del PSdeG. El último escaño de Pontevedra hace cuatro años fue otorgado al BNG, y los socialistas consideran, ya antes de que se vote, que ese pasará a su marcador, pues estiman que justo en esta provincia es donde las candidaturas alternativas de la izquierda están menos asentadas, como se demostró en las municipales. De la intensidad que imprima Abel Caballero a la campaña y del rédito de contar con alcaldías de villas medias antes inalcanzables como O Porriño, Tui, Nigrán o Gondomar, dependerá el objetivo que se marcan en el PSOE de quitarle otro escaño al PP, y convertirse en líderes en la provincia, trofeo complicado y que las imputaciones del caso Patos en el gobierno vigués pueden acabar de dificultar algo más.

Cautela en el Bloque

Y si Pontevedra semeja un escenario de crecimiento para el PSOE, Lugo es presentado por ellos mismos como el segundo territorio en el que mejorar con un diputado más, y acabar dejando el reparto en Galicia entre los dos grandes en 11 escaños para el PP y 8 o 9 para los socialistas.

El BNG es la formación que más cautela muestra respecto a sus expectativas, marcadamente pesimistas. Cualquier aliado que puedan sumar ahora incluso en la orilla del galleguismo, recorta grados de soledad en la que le está dejando la alianza creada entre Podemos, EU y los que un día se fueron precisamente de la casa común para crear Anova. La única opción del Bloque para prolongar sus 20 años en Madrid es que la atomización del voto baje el listón tanto que les permita seguir jugando. Además del último escaño de Pontevedra, hace cuatro años se hicieron con el penúltimo de A Coruña, posiciones que con la irrupción de la alianza de Podemos con el espacio AGE les ponen en claro peligro de supervivencia en las Cortes.

Mientras tratan de realimentar el cada vez menos creíble sueño del sorpasso al PSOE, Podemos estatal basa gran parte de sus opciones en Galicia en que Beiras lidere aquí el cartel de su alianza. Los negociadores del acuerdo que se anticipó hace unos días en Santiago creen que eso podría marcar la diferencia entre obtener tres o cuatro escaños.