El hombre del traje de boda beis que se enteró del crimen de Compostela «por las noticias»

J. C. SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

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Ramiro Cerón Jaramillo, que recibió el sobrenombre del «hombre del semen», se ha sacudido al fin la pesadilla que le ha perseguido más de veinte meses

09 oct 2015 . Actualizado a las 11:29 h.

Ramiro Cerón Jaramillo ha pasado el jueves de ser el «hombre del semen» al hombre del traje de boda beis, por ponerle cualquier otro apodo más digno. Al fin se ha sacudido la pesadilla que le ha perseguido durante más de veinte meses, desde que su perfil genético se mezcló con la camiseta de Asunta Basterra, que estaba siendo analizada en un laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil en Madrid.

Su pecado en este asunto, de haberlo cometido, ha sido que la prenda de la niña se sometió a investigación al mismo tiempo que, por otro caso de supuesta agresión sexual, se analizaban muestras de su semen. Paradójicamente, unas tijeras del laboratorio son el nexo de unión en esta historia, según concluyó el juez instructor.

Cerón Jaramillo acudió a la videoconferencia en Madrid acompañado por su abogado, pero desde Santiago le recordaron que solo acudía como testigo, cuestión que tuvo que recordarle el juez a la letrada de Basterra, Belén Hospido, quien también le recriminó en una pregunta que hubiese aireado su caso en una televisión privada después de que Vázquez Taín levantase su imputación.

Con la declaración y la de su familia (su mujer, su hermana y personas que supuestamente estuvieron con él ese día) sabía que se cerraba un capítulo de su vida que ha sido un verdadero calvario, pero aún tuvo que escuchar y responder algunas preguntas que cuestionaban su coartada.

Detenido por la Guardia Civil el 18 de noviembre del 2013 (dos meses después del crimen de Santiago), ofreció una primera versión que luego fue modificando a medida que encontraba rastros de aquel fin de semana en el Facebook de su entorno y los recibos. Al final, pudo contestar sin titubeos a dos cuestiones claves: no estuvo en Galicia en todo el 2013, nunca vio a Asunta y solo se enteró del caso «por las noticias», sin mucho interés. Luego no le quedó otra que seguirlo de cerca.

El abogado de Basterra, Gutiérrez Aranguren, justificó ayer su insistencia en poner este incidente en el primer plano de la investigación y también ahora en el juicio en el hecho de que, como profesional, «tiene un poco de dignidad» y tenía que contestar de algún modo a los que dijeron estaba «tergiversando» las cosas para desviar la atención de su defendida. A su entender, y a tenor de las declaraciones obtenidas ayer, «hay hasta tres versiones distintas de dónde estaba» cuando se decía que tenía una «coartada perfecta» y ahora «nadie se pone de acuerdo, ni en el restaurante ni en El Corte Inglés». Se refiere el letrado al establecimiento en el que supuestamente recogió el mismo día del crimen de Asunta la ropa con la que se iba a casar al mes siguiente: «Lo recuerdo porque era un traje beis, clarito, que no es habitual para los novios», testificó ayer el empleado de la cadena.