El alcalde de Becerreá, bomba de relojería en el ejecutivo provincial

La Voz

GALICIA

09 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El socialista Manuel Martínez cedió a la presión y aceptó votar al mismo candidato de su partido al que se negó a apoyar tres meses atrás. Por qué cedió así un político tan curtido. «A mí no me harán un Orozco», dijo Martínez cuando, en junio, en el marco de la jugada de dominó preparada en el seno de su partido, intentaron que el BNG lo apease, como a Orozco de la alcaldía, de la candidatura que había ganado frente a González Santín, secretario provincial. ¿Por qué no dimitió Martínez y se atrincheró en la alcaldía de Becerreá? El portavoz popular, Juan Carlos Armesto, lo avisó de lo que puede ocurrir: «Pouco a pouco irano arrinconando». Dicen que Martínez ha pedido cabezas en lo que fue el entorno de la presidencia de Besteiro. Es seguro que si no logra lo que le prometieron, si tratan de arrinconarlo, será una bomba para el gobierno provincial. No puede haber más mociones de censura en este mandato, pero Martínez sabe jugar en los campos embarrados de la política. Y, si llega el caso, jugará.