La línea desde Valladolid no tendrá ERTMS hasta el segundo trimestre del 2016
30 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La red ferroviaria de alta velocidad sigue creciendo, con nuevas líneas que recortan los tiempos de viaje y refuerzan el tren como un medio de transporte cada vez más competitivo que gana mercado a costa del avión. A los corredores del AVE ya operativos, que desde hace años conectan Madrid con otras seis comunidades, se suma hoy el enlace entre Valladolid y León, inaugurado ayer en un desplazamiento para autoridades políticas y prensa. El nuevo trazado deja León a 126 minutos de Madrid, 44 menos que hasta ahora. Pero el servicio comercial arranca sin el dispositivo de máxima seguridad. El AVE Valladolid-Palencia-León funcionará durante más de seis meses sin el sistema ERTMS, el mismo con el que no contaba el acceso a Santiago cuando, el 24 de julio del 2013, tuvo lugar el siniestro de Angrois, que se llevó por delante las vidas de 80 personas y dejó heridas a 146.
De nuevo, el ministerio se encomienda al sistema convencional de Anuncio de Señales y Frenado Automático (ASFA) para adelantar la apertura de una línea de alta velocidad sin esperar al ERTMS. En el caso de la Valladolid-Palencia-León, su instalación está prevista para el segundo trimestre del 2016. Al margen de las disquisiciones técnicas sobre al nivel de garantía que ofrecen los dos modelos, el ASFA, el sistema generalizado en la red convencional, tiene un inconveniente en los tiempos de viaje. En el caso del tramo Valladolid-León, los trenes no podrán superar los 200 kilómetros por hora. Solo cuando esté operativo el sistema ERTMS podrán alcanzar los 350, con lo que se reducirán todavía más los 126 minutos que emplea el AVE para comunicar Madrid y León.
En el trazado de acceso a Santiago, el ERTMS no estará disponible hasta finales del 2016, cuando ya habrán transcurrido al menos 40 meses desde el trágico accidente de Angrois. Aunque las obras se prolongarán durante un año, después vendrá un período de pruebas de unos seis meses. El ADIF anunció la adjudicación de la instalación del sistema que monitoriza la marcha de los trenes el pasado 31 de julio, siete días después del segundo aniversario del siniestro. El ERTMS fue adjudicado por 63,2 millones (37,53 para su instalación y 25,67 para su mantenimiento durante 20 años), un presupuesto que, además del tramo de entrada en Santiago, también incluye el trazado del eje atlántico entre A Coruña y Vigo. Al igual que sucede ahora con la línea Valladolid-Palencia-León, Fomento optó en abril por poner en servicio el corredor costero gallego con el sistema de seguridad ASFA, sin aguardar a la instalación del ERTMS.
El ASFA actual es una versión mejorada del que había en Angrois. Ahora, unas balizas controlan las transiciones bruscas de velocidad y frenan el tren si supera los límites máximos establecidos. Esta medida fue recomendada por la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) tras el siniestro.
Crítica de las víctimas del Alvia
La decisión de Fomento de abrir la línea Valladolid-León sin ERTMS fue reprobada ayer por la Plataforma Víctimas Alvia 04155. Recuerda las «prisas y modificaciones que se hicieron en la inauguración de la línea Ourense-Santiago», y observa que la «situación se repite» en el tramo castellano, lo que achacan a la proximidad de las generales. Además de la ausencia del ERTMS, cuestiona la eliminación de la doble vía al entrar a León.
La plataforma censura que «la improvisación, la demagogia política y la chapuza imperan sobre los criterios rigurosos y profesionales». «Esperemos que esta vez no haya víctimas que lamentar», subraya ese colectivo.
La alta velocidad acerca Asturias a Madrid, mientras el tren de Galicia aún tarda 6 horas
La apertura de la conexión de alta velocidad hasta León, previo paso por Palencia, eleva a cuatro el número de capitales castellanas con acceso a un AVE que Segovia y Valladolid ya tienen desde el 2007. El nuevo enlace ferroviario deja la capital leonesa a dos horas de viaje de Madrid, y reduce en 44 minutos el desplazamiento a Asturias. De este modo, las dos comunidades vecinas salen favorecidas por el avance de unas obras que, en el complicado trazado de acceso a Galicia, han encadenado sucesivas paralizaciones a lo largo del último año. Esos bloqueos encendieron la alarma sobre el plazo de puesta en servicio del 2018, lo que este verano llevó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y a la ministra de Fomento, Ana Pastor, a ratificar ese calendario.
Próxima rebaja de 35 minutos
Pero mientras el AVE cubre etapas en otras comunidades, en Galicia la conexión con Madrid por ferrocarril todavía supone algo más de 6 horas desde A Coruña y Vigo, que son algo menos desde Ourense y Santiago. Y eso a pesar de las rebajas en los tiempos de viaje derivadas de las sucesivas aperturas de tramos en Castilla y León. De hecho, Galicia espera ahora la inauguración de una nueva conexión en la comunidad vecina para poder ganar algo más de tiempo en los trayectos a Madrid. Ese recorte llegará cuando comience a funcionar la línea Olmedo-Zamora, que antes de que finalice este año rebajará en unos 35 minutos los desplazamientos a la capital.
Menos servicios con Barcelona
El AVE todavía no ha llegado, pero Galicia sigue perdiendo servicios convencionales. El sindicato CGT denunció ayer que el tren hotel a Barcelona que sale los sábados de Vigo y A Coruña (con paradas en Ourense, Monforte y otras localidades), y desde la ciudad condal hacia las dos gallegas, dejará de circular el día 3. CGT denuncia que esta supresión se suma a la del tren nocturno entre Galicia y Madrid, eliminado hace meses. La comunidad solo conserva los sábados conexiones diurnas con esas dos ciudades.