Aumentan la seguridad vial pero pueden provocar la congestión del tráfico

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

27 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los pasos de peatones elevados tienen sus firmes defensores, pero también tienen detractores. A favor de los primeros, un dato incontestable: los badenes obligan a los conductores a circular más despacio, y esta circunstancia deriva en una mayor seguridad para el tráfico rodado pero, sobre todo, para los peatones. Entre los pros, otras razones como la disminución de las emisiones o la mejora de la accesibilidad, puesto que los pasos suelen estar al mismo nivel de la acera.

Sin embargo, el abuso de estos elementos puede ser contraproducente. Los expertos en movilidad apuntan que los pasos pueden ocasionar problemas de congestión del tráfico o, cuando menos, provocar la ralentización de la circulación. Otro de los efectos que pueden desencadenar y que los responsables del tráfico de cada ciudad deben tener en cuenta es que muchas veces los conductores eligen un itinerario alternativo para esquivar estos obstáculos, de tal manera que se puede concentrar el tráfico rodado en otras vías.

Esa disparidad de opiniones se traslada a la población, de manera que en algunos lugares los vecinos se movilizan para reclamarlos y en otras para rechazarlos.