El líder del Anova valorará ponerle cabeza a la candidatura única gallega, que podría fracasar debido a los recelos mutuos entre el BNG y Podemos
23 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Ocurrió en las autonómicas, también en vísperas de las europeas, de las municipales, y ahora vuelve a suceder lo mismo en la antesala de las elecciones generales. Todo el espacio político gallego que se sitúa a la izquierda del PSOE está en plena ebullición, intentando definir la fórmula para concurrir a las urnas. La unidad, que no se alcanzó en las anteriores citas, vuelve a ser el gran desafío. Y aunque la confluencia tiene grandes profetas, con Xosé Manuel Beiras a la cabeza, también dispone de actores que no la acaban de ver y quizás por ello no cesan de ponerse palos en las ruedas. Este papel se lo reservan Podemos y el BNG, los dos polos de este espacio político, las dos orillas que Beiras se propone unir.
En el entorno de formaciones como Esquerda Unida, Anova, el BNG, Podemos o Compromiso por Galicia son muchos los que sostienen que el debate de la candidatura unitaria gallega está derivando hacia dos candidaturas por la desconfianza mutua entre algunos actores, las eternas tensiones entre el nacionalismo y el federalismo y, sobre todo, por las condiciones que el partido de Pablo Iglesias puso sobre la mesa para poder capitalizar el resultado electoral, tal y como ocurrió con las plataformas municipales.
Con todo, la presión de las bases en favor de la unidad es amplia y no hay que dar nada por definitivo. Como asegura un exdiputado nacionalista, «agora mesmo están todos os garavanzos ao lume, e a ver cal é o que salta da pota» y acaba muriendo de éxito. Es más, la ciudad de Santiago fue proclamada este fin de semana como capital de la candidatura unitaria gallega, con la celebración de dos citas cruciales para impulsarla: el Encontro Cidadán por unha Marea Galega de ayer sábado, y el Banquete de Conxo 2.0 previsto para hoy. El que se convoquen dos asambleas a la vez, y no una, cuando los invitados son los mismos, también dice mucho de cómo se está conduciendo todo este proceso.
Y entretanto, Beiras se mantiene a la expectativa, dejando que trabajen los actores, pero atento a cada movimiento. No participa directamente en los encuentros que intentan alumbrar la candidatura unitaria, pero en su descanso estival sigue recibiendo información de todos ellos.
Papel relevante
Ya sea en Esquerda Unida o en el BNG, al histórico dirigente nacionalista le reservan un papel notable en el éxito o fracaso de la lista o las listas que pueda constituir la izquierda rupturista. La última vez que el líder de Anova habló con solemnidad, en los actos del 25 de julio, lo que hizo fue elogiar la izquierda plural, personificada en Alberto Garzón; entreabrió la puerta al BNG, para que Galicia «emerxa como suxeito político de seu»; y el dardo se lo lanzó a Podemos, al prevenir contra lo que pretenden «capitalizar» el éxito de las mareas.
Es notorio que Beiras está actuando como el principal inductor de la lista unitaria. Sus aliados políticos ven muy probable que, de lograrse, el de Brión se prestaría a ponerle cara al invento para desembarcar en las Cortes al frente del nuevo grupo gallego. Pero esa opción ahora mismo es remota. Podemos insiste en forzar la máquina de una candidatura hecha a medida, aun sabiendo que, con Beiras jugando a la contra, pueden acabar con una posición marginal en Galicia.