El Gaiás cuesta como 44 Pompidou

mariluz ferreiro REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

V Televisión

El coste supera los 300 millones frente a los 6,7 invertidos en las obras del museo de Málaga; supone un gasto de 170 euros por cada visitante que ha recibido

16 ago 2015 . Actualizado a las 08:55 h.

Un solo año de Gaiás equivale a todo el museo Pompidou de Málaga. No en cuestiones pictóricas. En términos económicos. Las obras del centro malagueño costaron 6,7 millones, exactamente la cifra que ha consignado a la Xunta para el complejo en sus presupuestos del 2015. En Málaga se acondicionó un edificio portuario, en Compostela se levantó desde cero un gigante que ya se ha tragado más de trescientos millones de euros (unos 50.000 millones de pesetas). Con lo que se ha invertido en el Gaiás casi podría montarse un Pompidou en cada provincia española. Su coste multiplica por 44 el del andaluz. En Málaga el desfase de 1,89 millones sobre los 3,83 que figuraban en la adjudicación generó polémica. Aunque nada que ver con los 200 millones de sobrecoste del Gaiás con respecto a los 108 previstos inicialmente.

Si no se hubieran cancelado las obras y se hubieran finalizado todos los edificios proyectados por Peter Eisenman habría que sumar a la factura los 175 millones que, según estimaciones oficiales, hubiera costado terminar el centro de arte internacional y una gigantesca ópera. El coste final hubiera rondado los 500 millones. Un gasto netamente gallego. Porque el complejo no recibe ninguna subvención ni del Gobierno central ni de la UE, aunque en el Plan Estratéxico 2012-2018 se menciona la necesidad de lanzar el anzuelo para captar fondos europeos y el intento de que el Gaiás sea considerado de interés nacional para rascar algún euro de Madrid. Es una ironía que Anxo Quintana afirmara, cuando era vicepresidente del Gobierno del bipartito, que el complejo nunca sería «subsidiario do Estado». Aunque también dijo entonces que los contenidos eran «claros e concretos».

Laguna y piedras

Cubrir los huecos también supone realizar nuevos desembolsos. El Xardín literario con laguna anunciado recientemente por el Gobierno gallego costará 1,3 millones de euros y plantea nuevos dudas. Fernando Agrasar, director de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de A Coruña, asegura en declaraciones a V Televisión que no sabe «de dónde sale el proyecto ni quién lo firma». Dice que no le consta que se haya celebrado concurso público y añade que el presupuesto le parece «poco realista».

La laguna es el último remiendo al Gaiás. Nadie había reparado en gastos para vestir al gigante. La Xunta de Fraga encargó toneladas de cuarcita a una empresa del exalcalde de Ortigueira, Antonio Campo (PP). Las reservas resultaron insuficientes y no presentaban la calidad requerida. Ante el estupor de los productores gallegos, acabó importándose piedra de Brasil. A 123 euros brutos el metro cuadrado. El asunto llegó a los juzgados y al Tribunal de Contas sin ninguna repercusión legal. La financiación en su conjunto fue investigada por una comisión parlamentaria en O Hórreo, también sin consecuencias prácticas.

Tampoco se aplicaron políticas de austeridad para equipar el interior de las instalaciones. Para el tercer edificio del Gaiás, el de Servizos Centrais, la Xunta compró en el 2012 sillas de 333 euros y butacas de 500. Exigencias de Peter Eisenman, según el Ejecutivo autonómico. En su momento, Fraga llegó a relacionar la creciente sangría de millones con el coste de la vida. «Todo sube con el tiempo», dijo.

Los gastos no se han detenido con la paralización del gigantesco cascarón ni con la adquisición del mobiliario básico. El día a día consume. Y lo hace a lo grande, a la medida del propio Gaiás. En los presupuestos de la Xunta para el 2015, 2,5 millones se dedican a gastos de programación. Se prevé destinar a reparaciones y tareas de conservación 715.000 euros, unos 2.000 euros al día. No es tarea fácil supervisar los casi treinta ascensores de las instalaciones. Además, se destinan 85.000 euros solo para pagar seguros. Se calcula un gasto en personal superior al medio millón de euros, el mismo que en el 2014.

Se espera una recaudación de 744.000 euros en concepto de explotación (visitas, eventos y alquileres) y se estima un ingreso de dos millones de euros procedentes de patrocinios y colaboradores, aunque la iniciativa privada no ha mostrado precisamente entusiasmo por el complejo.

Las previsiones no invitan a pensar en el ahorro. En la mayor parte de las estimaciones realizadas en los presupuestos para los años 2016 y el 2017 las partidas aumentan.

Las cuentas del turismo

La pregunta habitual en las cuentas del turismo de cada país, de cada ciudad, es cuánto gasta cada visitante. El caso del Gaiás invita a hacer el balance a la inversa. El complejo de los 300 millones ha recibido desde su apertura, en el 2011, 1,7 millones de turistas. Conclusión: cada visitante del Gaiás ha costado unos 170 euros. Un lujo.

El Guggenheim de Bilbao era, supuestamente, la inspiración de Fraga y Jesús Pérez Varela, entonces conselleiro de Cultura. Aunque no lo fue exactamente en términos de inversión. El museo diseñado por el estadounidense Frank Gehry no costó ni la mitad del Gaiás. La construcción supuso un desembolso de 120 millones de euros. Se abonaron, además, 16,25 millones por la marca Guggenheim, y la fundación de esta entidad debe aportar 1,9 millones todos los años a la Solomon R. Guggenheim Foundation. Una inversión enorme para el País Vasco. Pero hasta parece una ganga si se compara con las cifras del Gaiás. Un conselleiro llegó a decir que cuando desvelara los datos de visitantes «iba a ser la bomba». Pero ni de lejos compiten con los números del derroche.