Nogueira de Ramuín ofrece viviendas para salvar el colegio

mar gil OURENSE / LA VOZ

GALICIA

ÓSCAR PARÍS

Para evitar el cierre, cede casas a familias con niños que acudan a su escuela

22 jul 2015 . Actualizado a las 13:39 h.

La lucha por la supervivencia del rural tiene muchos frentes. En el concello ourensano de Nogueira de Ramuín (2.196 habitantes) la han afrontado en el terreno educativo. El Diario Oficial de Galicia publicó ayer una orden de la Consellería de Educación que reduce a tres sus cuatro aulas de infantil y primaria. Se diría que, hablando el DOG, la batalla está perdida, pero padres, vecinos y políticos locales tienen aún la esperanza de salvar una de las clases con la incorporación de dos nuevos alumnos, dos fichajes al estilo futbolístico, pero con tono solidario.

Cuando, hace un par de meses, la consellería anunció que suprimiría un aula de primaria porque no había suficiente número de alumnos, comenzó la estrategia: manifestaciones callejeras, reuniones en despachos y, a la postre, lo más útil, una campaña de captación de estudiantes.

Se distribuyeron dípticos en los municipios vecinos contando las ventajas del colegio; se recabaron informes de profesores universitarios sobre las razones para no cerrar el centro; se concienció a los vecinos de que el deterioro de la escuela supondría también el deterioro del pueblo y se hizo una oferta de viviendas para familias que quisiesen asentarse en el municipio.

Dos vecinos pusieron a disposición de la comunidad propiedades para acoger a estos colonos escolares y el Concello ofreció una vivienda. En esta se asentará una familia con dos hijos, hasta ahora residente en la ciudad de Ourense, que ya ha matriculado a los niños. Son suficientes para cumplir el mínimo que impone la Xunta. Y hay otras dos propuestas de traslado.

Los nuevos alumnos tendrán piso gratis, consumos básicos pagados y actividades extraescolares sin cargo. La decisión final sobre el colegio se tomará en septiembre, cuando finalicen los plazos extraordinarios de matrícula. Entretanto, desde la asociación de padres y madres cruzan los dedos y continúan su batalla. «Queremos que os veciños se comprometan e que non saquen os seus fillos desta escola -recalca Catia Pulido-; moitos vanse porque non queren aulas con mesturas de distintos cursos, pero o que non pensan é que, se eles se van, todo vai ser peor e entón o que estamos loitando non valería para nada». La cuestión, dice, no es solo de un número y de una escuela. Es de futuro.