Un piloto polaco sale ileso de un peligroso accidente en la base de Doade

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

GALICIA

El aparato se salió de la pista cuando trataba de despegar para participar en la extinción de un incendio entre Mañente

16 jul 2015 . Actualizado a las 14:36 h.

Un piloto polaco de los que vienen todos los veranos a Galicia a trabajar en el servicio contraincendios forestales sobrevivió ayer en Sober a un peligroso accidente cuando trataba de despegar con su avión. La aeronave chocó con el ala izquierda contra un terraplén y quedó atravesada en la pista. El aparato siniestrado es un Dromader PZL M18 B, exactamente el mismo modelo que el que el 2 de octubre del 2011 se estrelló en Monterrei, en un accidente que costó la vida a un piloto. Aquel avión siniestrado pertenecía a la base de Doade, en la que se produjo el accidente de ayer.

El suceso ocurrió a las dos y media de la tarde. A esa hora, la sede del distrito forestal de Monforte recibió el aviso de que acababa de empezar un incendio en el vecino municipio de Pantón.Los pilotos polacos que tripulan los dos aviones Dromader de Doade recibieron la orden de salir hacia allá, pero uno de ellos no llegó a salir de la pista de despegue. A unos cien metros del edificio de la base, uno de los aviones se desviaba hacia su izquierda y su ala chocaba contra la elevación del terreno que separa la pista de la finca colindante.

No hubo impacto directo

El accidente no fue más grave porque el avión no llegó a chocar directamente contra el terraplén ni tampoco volcó. El grueso del  impacto lo recibió el ala izquierda, que quedó completamente destrozada. El resto de la aeronave apenas presentaba daños aparentes. La cabina de control parece haber quedado intacta. Algunos trozos del fuselaje quedaron esparcidos al lado de la pista durante los aproximadamente setenta metros que el avión avanzó sin control hasta detenerse.

Tras el siniestro, el aviador fue socorrido por el personal de la base. A pesar de que no parecía presentar heridas, fue trasladado al hospital de Monforte por precaución. Los médicos de urgencias constataron que efectivamente no había sufrido ninguna lesión y le dejaron marchar poco después, sin llegar a ingresarlo.

Un camión cisterna de guardia permanente en las instalaciones acudió de inmediato para enfriar la aeronave con espuma para reducir el riesgo de incendio. Este es el primer año que las bases de aviones tienen que disponer obligatoriamente de una carroceta las veinticuatro horas. La consellería no incluyó este requisito en el contrato con el que adjudicó la gestión de estas instalaciones a la empresa andaluza Tratamientos Aéreos Martínez Ridao, así que los vehículos los detrae la Xunta del parque móvil disponible para actuar en incendios.

Trabajó también en Beariz

Al parecer, no hay más testigos oculares del accidente de ayer que el propio piloto. Se trata de un profesional con experiencia en incendios forestales que ya había estado otros veranos en Galicia. Igual que el resto del personal de Doade, está contratado por Martínez Ridao y en otras ocasiones trabajó en la base de aviones de Beade, en la provincia de Ourense.

El accidente más grave de un Dromader en Galicia fue el del 2011 en Monterrei, pero el último hasta ayer fue el del 25 de agosto del año pasado, cuando uno de estos aparatos tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en un prado cuando participaba en la extinción de un incendio en una parroquia de Lugo. En cuanto a la base de Doade, el último accidente similar al de ayer se produjo en 1996, cuando un avión que trataba de aterrizar se salió de la pista. Igual que ayer, en aquel caso tampoco hubo heridos.