Las generales y las «primarias» de Podemos agitan las aguas de los gobiernos de las mareas

s. l. SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Oscar Vázquez

Pablo Iglesias volvió ayer a Madrid con muchas más dudas de las que tenía el viernes, cuando aterrizó en Galicia

05 jul 2015 . Actualizado a las 10:49 h.

Pablo Iglesias volvió ayer a Madrid con muchas más dudas de las que tenía el viernes, cuando aterrizó en Galicia. El líder de Podemos se presentó con una baza en la negociación con los alcaldes que lideran las mareas urbanas, con Anova y con EU. A cambio de meterlos a todos bajo el paraguas de su marca en las generales del otoño, Iglesias brindó la opción de sumergirse en la marea gallega para las autonómicas del 2016. Pero a pesar de su mensaje optimista sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo, sus interlocutores le dejaron claro que no entrarán en ese juego. Por ese lado, la visita de Iglesias no ha aportado grandes avances. Aunque sí ha probado que los gobiernos de las mareas también están ocupados en el diseño de la forma de concurrencia a las generales. Iglesias ha levantado, además, la ira de sus críticos. No solo defienden que Podemos debe integrarse en Galicia en una candidatura libre de siglas para las generales, también atacan al líder por un reglamento de primarias que consideran una burla y por el que aseguran que pueden salir de la formación en bloque. Estos debates internos agitan las aguas de los gobiernos de las mareas.

Críticos contra oficialistas

Los representantes de Podemos están estos días preocupados por un proceso en el que los críticos ya anuncian medidas de boicot a los planes de Iglesias que incluyen no participar en ninguna lista individual y hacer campaña para que en ningún punto de España se conformen listas alternativas que compitan con la del sector oficial. Los críticos en Galicia aseguran que con este proceso «dase por finalizado o proxecto de Podemos como instrumento de empoderamento popular para acabar transformándose nun partido máis do sistema, que tan só persegue a defensa dos intereses da súa cúpula». Todos los representantes de Podemos en los concellos, los críticos y los oficialistas, estarán hasta julio pendientes de esa batalla intestina. Y las mareas, del diseño de la candidatura gallega de unidad para las generales del otoño.