El interés del nacionalismo en celebrar unido el 25 de julio acerca a dos antagonistas históricos
01 jul 2015 . Actualizado a las 15:25 h.De producirse, no habría otra imagen con más fuerza para simbolizar la comunión del nacionalismo gallego en el Día da Patria. Tres años después de la detonación en Amio de las hostilidades internas que habían carcomido el BNG durante lustros, ese escenario de unidad que ahora se busca para el 25 de julio convertiría la compostelana praza de A Quintana en el escenario propicio para el reencuentro de Xosé Manuel Beiras y Francisco Rodríguez. La coincidencia de los dos grandes referentes del nacionalismo de los últimos 30 años, y antagonistas históricos, sería la prueba de que la alianza que todos invocan trasciende los cálculos electorales de unos y otros ante las generales del otoño. Aunque con esa fotografía o sin ella, esa marcha del nacionalismo de la mano por las calles de Santiago cumpliría su función de advertencia a IU y, sobre todo, a Podemos de que el nacionalismo gallego no aceptará el papel de comparsa en candidaturas diseñadas en Madrid.
En las últimas semanas, Beiras y Rodríguez, cada uno en su estilo, han manejado relatos similares en esa clave. El líder de Anova, centrado en la idea de que el liderazgo de la marea gallega debe estar en la ciudadanía y no en los aparatos partidarios (y eso incluye al BNG), advertía a Podemos que el 24M les fue mejor donde se integraron en candidaturas de unidad popular que donde fueron en solitario. Hace solo unos días, el referente ideológico de la UPG, Francisco Rodríguez, pedía al BNG en Terra e Tempo que no peque de «inxenuidade infantil» ante lo que juzga intentos de IU y Podemos de capitalizar la marea gallega con «operacións sucursalistas». Hablan desde credos distintos. Beiras, que ya ensayó con éxito electoral la confluencia con IU, es un defensor convencido de la integración de fuerzas de la izquierda rupturista. Rodríguez recela del posible interés de las cúpulas madrileñas en maniobras colonizadoras. Pero los dos saben que las opciones del nacionalismo de tener grupo en el Congreso pasan por ir unidos a las generales.
Los contactos del BNG y los partidos creados por los que dejaron la organización en Amio (Anova, Compromiso por Galicia y Cerna) para celebrar juntos el Día da Patria son el primer paso.