«El despiste es la razón más común por la que no se lleva el coche a la ITV»

Un 20 % de los turismos no acuden a pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) y un 25 % no superan la revisión. Son las principales conclusiones del informe del año 2014 que la empresa concesionaria del servicio en Galicia acaba de sacar a la luz. El director general de SYC ITV, Juan Diego Rodríguez, con 23 centros en toda Galicia, señala que la antigüedad del parque de vehículos, a causa de la crisis, ha aumentado la aparición de desperfectos graves.

-Uno de cada cuatro coches inspeccionados en el año 2014 no resultaron aptos para circular. ¿Es una cifra más alta que las de otros años?

-El nivel de rechazo fue de un 26 %, lo que implicó que 330.000 vehículos tuviesen que salir de circulación para reparar sus defectos antes de poder volver a la carretera. Es una cifra similar a la de años pasados, ha bajado un poquito. El anterior había sido de un 28 %. La antigüedad del parque de vehículos ha incidido, pero no exageradamente, quizás en un punto o dos, no muchísimo, desde luego.

-¿Se cambian los coches cada más tiempo?

-Exacto, esa antigüedad es clave. Antes de la crisis estábamos entre ocho y medio y nueve años del parque, y ahora, casi en once y medio. Eso repercute en el estado de los vehículos que revisamos.

-¿Qué tiempo de vida sería el ideal para un automóvil?

-Pregunta complicadísima. Porque depende del número de kilómetros y del mantenimiento que le des. Revisamos vehículos que a lo mejor tienen 15 años y están en muy buenas condiciones, y otros de 4 que están ya para cambiar. Los promedios de antigüedad son una referencia. En Europa, en países más avanzados, están en ocho años, incluso en siete, como en Alemania.

-¿Cuesta concienciar a los conductores de la importancia de revisar los vehículos?

-La verdad es que es una asignatura pendiente desde hace muchos años. Algunos pasan la revisión al año siguiente y otros seguramente no la pasen nunca. En el 2014 se situó en el 19 %, hemos llegado a estar más cerca del 25 % que del 20. Ha ayudado mucho el proyecto que desarrollamos junto con la DGT, que consiste en el envío de información en tiempo real una vez que el vehículo sale de nuestros centros. Eso ha facilitado las cosas, pero aún nos queda.

-Dentro de ese 20 % habrá vehículos que ya no están circulando.

-Sí, creemos que en torno a la mitad no circulan, aunque no están dados de baja en el registro. No obstante, hablamos de unos cien mil turismos que circularían sin tener la ITV al día.

-¿Cuál cree que es la causa más común por la que no se va a la ITV? ¿Tal vez un simple despiste?

-De despiste hay mucho, a pesar de que la DGT, primero, y nosotros, después, enviamos una carta o un SMS para recordarles que les vence la inspección, y luego también, cuando piden cita. También Tráfico ha hecho campañas especiales enviando información. Pero creo el despiste es la razón más común. Obviamente existe además la razón económica. El problema de la ITV es el coste de la reparación del turismo. Cuando uno sabe que no la va a pasar, no acude hasta que a lo mejor tiene ese dinero. Se junta un poco todo.

-¿Cuáles son los defectos más comunes detectados en las inspecciones?

-En líneas generales, el primer capítulo de defectos es de alumbrado y señalización; la bombilla que no funciona, el intermitente que no va... En vehículos pesados, este tipo de defectos es más importante porque tienen mucho uso. El segundo capítulo sería el de frenos, y también es en mercancías y remolques donde más se detecta. Luego, el de ruedas, neumáticos y suspensión. Y el último, carrocería, puertas abolladas, retrovisor roto... En motos, por ejemplo, el primer motivo de rechazo es el ruido.

-¿Y ese absentismo se refleja después en sanciones por parte de la DGT?

-Supongo que sí, está reglado. Si un vehículo circula con la ITV caducada, lo está haciendo de forma ilegal y es sancionable. También puede tener repercusiones legales en el seguro.

-¿Cree que la periodicidad con que hay pasar la inspección es la adecuada?

-Sobre los plazos salió recientemente una nueva directiva en la que se mantienen los mínimos, que son los que tenemos en España. Hay países como Alemania que los han reducido. Así, por ejemplo, la primera inspección es a los 3 años. En Inglaterra también. Hay quien ha intentado poner plazos más asociados al kilometraje que al tiempo, pero es complicado. Es un debate que está encima de la mesa. España no es el país más exigente en este asunto de plazos, ni mucho menos, pero estamos en lo que marca la directiva.

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