Feijoo acuerda con Abanca un plan para evitar desahucios
la jornada previa a que las mareas tomen posesión

Mario Beramendi Álvarez
MARIO BERAMENDI SANTIAGO

GALICIA

XOÁN A. SOLER

Las familias podrá continuar en el hogar en régimen de alquiler social durante tres años

13 jun 2015 . Actualizado a las 00:38 h.

Captado el mensaje de las urnas y evidenciado ya un giro social en su política como reacción al 24 M, Feijoo puso este viernes la primera piedra de su estrategia para mejorar la respuesta de la Xunta al grave problema de los desahucios, una de las más grandes huellas de la crisis, y cuyo combate abanderan las mareas ciudadanas que se han aupado a las alcaldías de A Coruña, Santiago y Ferrol. Justo en la jornada previa a la toma de posesión de los nuevos regidores, el máximo mandatario gallego se reunía en San Caetano con Juan Carlos Escotet, vicepresidente de Abanca, la entidad que tiene en Galicia la mitad del mercado hipotecario. 

Después de varias horas de encuentro, la Xunta anunciaba un acuerdo con Escotet para que en los casos de desahucio por impago de la hipoteca, la familia pueda continuar en el inmueble en régimen de alquiler social, cuya financiación asumirían de forma coordinada la Administración gallega y la entidad financiera. Para que esto sea posible, los miembros podrán continuar en ese hogar hasta un máximo de tres años. Abanca renuncia a una parte del alquiler y la Xunta se hace cargo de la cantidad restante, un total de 75 euros. Esto afecta a aquellas familias con una renta inferior a entre tres y cuatro veces el IPREM, criterio que varía en función de las cargas familiares. En virtud del nuevo procedimiento acordado por Feijoo y Escotet, Abanca se compromete también a ceder viviendas vacías, que se destinarán a los afectados por desalojo que hayan dejado de pagar la renta de alquiler y a aquellas familias con menos ingresos. 

Estos pisos sin inquilinos o propietarios se incorporarán al nuevo registro de viviendas vacías que el Consello de la Xunta comenzará a tramitar la próxima semana. Y en el que se incluirán las viviendas de la Sareb o el llamando banco malo, que es quien más pisos vacíos tiene en la actualidad. 

La Xunta pretende que este protocolo se extienda al resto de entidades para reforzar un mecanismo que, a su juicio, permitirá reducir al mínimo el riesgo de que una familia se quede sin techo por causas económicas. Un problema cuya dimensión ha sido menor en Galicia respecto a otras comunidades. El Gobierno gallego recuerda que su estrategia para combatir las consecuencias del desahucio ya ha permitido dar una respuesta a más de 300 familias afectadas. La Administración autonómica asegura que con estas nuevas medidas empieza a desarrollarse el Plan Social contra a Desigualdade, en el que se seguirá avanzando en materia de servicios sociales. El pasado miércoles, en el Parlamento, Feijoo ya hacía pública su propuesta de diseñar un plan conjunto de choque junto a ayuntamientos y diputaciones. Pero cualquier estrategia pasa por iniciar el diálogo con la banca, en cuyas manos están cientos de viviendas vacías para el realojo de las familias afectadas.