Falleció María Soledad de la Torre Fernández-Latorre, nieta del fundador de La Voz

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Pereció el jueves a los 92 años. Su funeral se celebará este sábado en la iglesia parroquial de Santa María de Oleiros

30 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

María Soledad de la Torre Fernández-Latorre, nieta del fundador de La Voz de Galicia, Juan Fernández Latorre, y prima de su presidente y editor, Santiago Rey Fernández-Latorre, falleció el jueves, a los 92 años. Su funeral se celebrará mañana, a las 13.30 horas, en la iglesia parroquial de Santa María de Oleiros, lugar que escogió porque, aunque nació en Madrid, en 1923, «siempre se sintió muy gallega y aquí es donde están enterrados su marido, Manuel, su abuela Felisa y su hijo Enrique. Y es allí donde siempre nos dijo que quería ser enterrada». Así se expresó ayer su hija Elena Viturro.

«Fue una supermadre, una superabuela y una superbisabuela que siempre se desvivió por toda su familia». María Soledad de la Torre Fernández-Latorre era viuda de Manuel Viturro Somoza, considerado uno de los embajadores del siglo XX de mayor prestigio. Junto a su marido, causó un auténtico impacto en la sociedad y en los círculos diplomáticos londinenses cuando el matrimonio vivió allí por el destino en la embajada española. Manuel Viturro también ejerció como embajador en la República Dominicana y en Finlandia, y fue ministro consejero en Argentina, donde tuvo una actuación muy destacada en defensa de unas religiosas en los últimos años del peronismo, lo que le valió una importante condecoración del Gobierno español.

María Soledad de la Torre Fernández-Latorre y Manuel Viturro tuvieron cinco hijos: Elena, presidenta de la Asociación contra el Cáncer de A Coruña, Manuel -que siguió los pasos de su padre en la carrera diplomática y en el 2013 fue nombrado embajador de España en Nueva Zelanda- Enrique (ya fallecido), Alonso y Patricia. Tenía 16 nietos y 15 bisnietos. La familia al completo asistió ayer a una misa que se ofició en el domicilio familiar, en la madrileña calle Velázquez.

La Voz de Galicia se une al dolor de la familia.