La jueza tildó de rebatible la sospecha de agresión previa a la mujer de Verín asesinada

La Voz OURENSE / LA VOZ

GALICIA

La Guardia Civil informó por escrito de las contradicciones del marido de la víctima, que días después acabó con su vida en el hospital

29 may 2015 . Actualizado a las 11:29 h.

Como el día y la noche veían la Guardia Civil y la jueza de Verín los detalles de la agresión que había sufrido en su casa el 2 de abril Isabel Fuentes, la vecina de Verín que el 8 de mayo murió apuñalada en el hospital de Ourense -presuntamente a manos de su marido- cuando se recuperaba de aquel primer episodio. La Guardia Civil trasladó al juzgado las contradicciones e incongruencias en las explicaciones del septuagenario sobre el supuesto intento de robo. Sin eco. En un auto del 28 de abril, un día después de que la Guardia Civil entregara un informe para reorientar el caso a la tentativa de homicidio, la jueza valoró el enfoque como meras conjeturas. Perfectamente rebatibles, según enfatizó.

Desestimó la solicitud de intervención del teléfono del sospechoso al creer que las conjeturas eran insuficientes. Y abrió posibilidades. Para los investigadores, las salpicaduras de sangre halladas indicarían que Isabel sufrió la agresión acostada sobre el lado izquierdo de su cabeza, que tendría apoyada en el respaldo del sofá. Para la Guardia Civil, si una persona sorprende a un extraño en casa e intuye una agresión, aparte de gritar y pedir auxilio -«¡Aniceto, que nos rouban!»- lo natural sería incorporarse y huir o defenderse, pero no esperar acostado. Para la jueza tanto cabe levantarse como quedar paralizada.

No encajan a la Guardia Civil los movimientos en el interior, ni la forma en que supuestamente entró y salió el ladrón, con la luz de la cocina y la televisión encendidas. Introduce aquí la jueza la posibilidad de que fueran dos personas, una de ellas la que fue vista por Isabel, cuyo primer grito llevó a la otra a golpearla.

El sospechoso declaró que había visto a la mujer tirada en el suelo y sangrando de forma abundante, sin comprobar si estaba viva antes de pedir ayuda. Cree la Guardia Civil que ese comportamiento no es lógico, como no lo es que se ponga una bata antes de salir corriendo. La jueza, sin embargo, apunta a reacciones humanas que no se pueden medir ni predecir.

Para las ocho de esta tarde está convocada una manifestación desde la localidad de Pazos hasta la plaza Maior de Verín.