La Audiencia suspende un año el ingreso en prisión de un vecino de Mondariz de 75 años, que está casi ciego y vive solo

e. v. pita VIGO / LA VOZ

GALICIA

XOÁN CARLOS GIL

El implicado siempre negó que hubiese atacado a su sobrino con un cuchillo sino que alegó que el incidente fue dentro de un forcejeo accidental

24 abr 2015 . Actualizado a las 17:31 h.

La Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra ha acordado suspender durante un año el ingreso en prisión de Enrique Fernández, un vecino de 75 años de Mondariz que está casi ciego. Fue condenado a dos años de cárcel por hacerle un corte en el dedo a un sobrino durante una riña familiar. La razón para la suspensión es que el condenado ha pedido el indulto al Gobierno, lo que está en fase de trámite. La Audiencia tiene en cuenta un artículo del código penal que dice que hay que esperar a que el Gobierno se pronuncie sobre la petición de indulto antes de ejecutar la pena. Pero además, la sala también ha tenido en cuenta las circunstancias de todo tipo que concurren en relación al condenado, al delito y a la naturaleza y la duración de la pena a ejecutar. Y es que si el septuagenario ingresaba ahora en prisión y tiempo después le concedían el indulto, este habría sido una gracia ilusoria por haber cumplido ya la pena en la cárcel.

El septuagenario recibió en diciembre una carta que le ordenaba ingresar en la penitenciaría A Lama porque no había pagado la indemnización de 30.000 euros a su familiar lesionado.

Pero tras leer el informe de la forense, la Fiscalía pidió que se aplazase su entrada en prisión por razones humanitarias. Los médicos conformaban que el vecino tenía una falta de visión del 77 % y necesitaba ayuda de terceras personas para las actividades básicas de la vida.

El implicado siempre negó que hubiese atacado a su sobrino con un cuchillo sino que alegó que el incidente dentro de un forcejeo accidental. Con sus familiares tenía desencuentros, al parecer por motivos de herencias, por lo que sus vecinos le ayudaban a ir tirando.

Reside solo en una casa de una aldea de Mondariz y, debido a sus pobres condiciones de vida, ha sido visitado por una asistenta social para evaluar su situación y buscarle una solución.