El BNG desafía con un plantón en el Parlamento la autoridad de Pilar Rojo

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Los diputados del BNG, tras abandonar la sesión parlamentaria que se celebraba en la cámara de O Hórreo.
Los diputados del BNG, tras abandonar la sesión parlamentaria que se celebraba en la cámara de O Hórreo.

Los nacionalistas se van del pleno denunciando «abuso de poder» en las reglas de juego. La presidenta acusa al Bloque de practicar el victimismo

12 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El pulso político que el grupo del BNG libra con la presidenta del Parlamento gallego, la popular Pilar Rojo, está muy cerca de rebasar el punto de no retorno. Ayer se puso de manifiesto con un pequeño incidente que se produjo durante el pleno, cuando la diputada nacionalista Carme Adán fue emplazada por la presidencia a intervenir 3 minutos desde su escaño, en vez de 10 desde la tribuna de oradores, algo que Adán se negó a acatar y que le costó la expulsión, arrastrando con ella a todo su grupo. Con este plantón protestó el Bloque contra las nuevas reglas aplicadas por Rojo a los debates, reglas que rebajaron el protagonismo y el cupo de iniciativas tanto de AGE como del BNG, grupo que ahora recurrirá la expulsión de su parlamentaria ante el Tribunal Constitucional.

Hace mes y medio que Pilar Rojo, con el respaldo tácito de PP y PSdeG, propuso cambiar el reglamento aplicable a los plenos para acomodarse a la existencia del grupo Mixto. La forma de darle más protagonismo a las dos diputadas escindidas de AGE fue reduciéndoselo al grupo al que antes pertenecían, pero también recortándoselo al BNG, pese a que esta formación tiene el mismo número de diputados que al principio de la legislatura.

El BNG se consideró especialmente agredido por la propuesta de Pilar Rojo, que se comprometió a buscar una nueva fórmula para intentar contentar a todos. Pero la solución mágica no ha llegado, y los nacionalistas dejaron claro ayer que no están dispuestos a aceptar como un hecho consumado las nuevas reglas que ya se aplican en la práctica.

Advertencias previas

Todo eso salió a relucir cuando el grupo AGE interpeló al conselleiro de Economía, Francisco Conde, sobre el sector naval en Ferrolterra. En principio se trata de un careo a dos bandas, pero el BNG reivindicó su derecho -así refrendado en el reglamento de 1992- de fijar su posición al respecto. «Volva ao seu escano, señora Adán, ou chamareina á orde por terceira vez e terá que abandoar o hemiciclo», le pidió varias veces Pilar Rojo a la diputada del BNG, que desafió a la presidenta puesta en pie en el pasillo y decidida a hablar desde la tribuna de oradoras.

Francisco Jorquera comunicó de inmediato la decisión de su grupo de abandonar la sesión, no sin antes denunciar un «abuso de poder» por parte de la presidenta al impedírsele el ejercicio de un derecho que está recogido, dice el Bloque, en el reglamento de la Cámara.

Los diputados nacionalistas se marcharon a las dependencias de su grupo, donde permanecieron reunidos hasta el final del pleno, e incluso dejaron decaer las iniciativas que tenían pendientes, al no haber nadie del Bloque en la sala para defenderlas.

Instantes más tarde, Jorquera confirmó la decisión de su grupo de utilizar «toda la presión política» y todas las medidas legales que fueran precisas para defender su postura. Y habida cuenta de que se produjo un incidente reflejado en el diario de sesiones, el BNG anunció que elevará el correspondiente recurso al Tribunal Constitucional.

Estrategia «deliberada»

No obstante, la presidenta del Parlamento reaccionó al desafío lanzado por el BNG difundiendo un comunicado en el que sostiene que ella se limitó «a facer cumprir o regulamento da Cámara», pidiéndole a Carme Adán que hiciera uso de la palabra desde su escaño. Es más, Rojo no evitó las críticas a los nacionalistas por lo ocurrido, al afirmar que «semella que o BNG puxo en escena unha estratexia deliberada de vitimismo» forzando una expulsión y un plantón siguiente para hacer visible este «vitimismo» ante los medios.

Las espadas están en alto entre el BNG y la jefa del Legislativo a la espera de acontecimientos, aunque el Bloque ya dejó entrever que no tiene intención de ausentarse sine die del pleno, sino solo de llamar la atención sobre el pisoteo de sus derechos.