Cultura se abre al consenso sobre el gallego dejando las aulas al margen

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El conselleiro Román Rodríguez llama a buscar la concertación partiendo «do que nos une», pero el BNG exige retirar el decreto del plurilingüismo

26 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Había expectación en el Parlamento gallego para comprobar cómo respiraba el nuevo conselleiro de Cultura en un asunto tan sensible como la lengua gallega, y Román Rodríguez no defraudó a quienes pensaban que su llegada al Gobierno podía ser coincidente con un punto de inflexión en la política lingüística patrocinada por el PP. Rodríguez, diputado experimentado que se confesó galegofalante en su primera intervención ante pleno en calidad de conselleiro, aprovechó la ocasión que le dio una interpelación del BNG para llamar a las fuerzas de la oposición a reconstruir el consenso sobre el gallego, poniendo el acento «sobre o que nos une e non sobre o que nos separa».

El responsable de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria fue llamado a este debate por la viceportavoz del BNG, Ana Pontón, al hilo del informe elaborado por el Instituto Galego de Estatística (IGE) que encendió las alertas sobre la abrupta caída de catorce puntos de la proporción de gallegohablantes entre la población más joven.

El SOS del «Titanic»

Pontón empleó en su iniciativa un tono severo con la Xunta, a la que responsabilizó de la «dramática» situación del gallego, hasta el punto de activar en la tribuna del Parlamento su teléfono móvil para que se escucha la señal de socorro que emitió el Titanic antes de hundirse, a modo de «símbolo do SOS que está lanzando a lingua galega».

La diputada nacionalista preguntó al conselleiro si estaba dispuesto a retirar el llamado decreto del plurilingüismo, al que aludió como «decreto da vergoña», en línea con lo que demandaron la Real Academia Galega (RAG), el Consello da Cultura y diversas organizaciones.

En su apuesta por pulir las aristas, Rodríguez esquivó esta parte de la pregunta, si bien el propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, puso de relieve hace unos días que su Gobierno no iba a cambiar la normativa a este respecto, salvo que se viera obligado por el Tribunal Supremo, que está pendiente de resolver el recurso de casación presentado por la Real Academia Galega.

Eso sí, el conselleiro dejó claras las coordenadas en las que actuará el Gobierno autonómico, que consisten en «defender a convivencia» de las dos lenguas oficiales de la comunidad y en escapar de la política de imposición. «Acaso propoñen que lle obriguemos aos nenos no recreo a falar galego?», esgrimió Román Rodríguez.

«Apropiarse» del gallego

No evitó el conselleiro lanzarle algún reproche al BNG, al que acusó de «apropiarse da lingua» cuando es un símbolo de identidad de todos los gallegos. Esta estrategia, en su opinión, no es positiva, en tanto que conduce el «descrédito».

Es por ello que llamó al BNG, y al resto de la oposición, a dejar al margen la política educativa e ir más allá en la promoción del uso de la lengua propia. Entiende que la educación está cumpliendo su función de que existan «máis galegos que nunca» que conocen el gallego, pero cree que ahora es el momento de promocionar su uso a nivel social y económico. «Gustaríanos contar con vostede», le dijo el conselleiro a Pontón, insistiendo que ese es el camino para el consenso en torno a la lengua gallega.