Al gallo de corral no logran darle alas

María Cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

VÍTOR MEJUTO

Gastan 300.000 euros en un centro en Vila de Cruces para promover la especie, pero los productores no tienen facilidades para hacer rentable su explotación

22 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

En lo alto de una loma junto a la PO-905, a tan solo un kilómetro de Vila de Cruces, hay un edificio cúbico construido en madera y piedra que permanece cerrado a cal y canto. La lluvia ha llenado el acceso, aún inacabado, de barro. No se sabe qué es, pero un cartel enclavado en el solar lo delata: Centro de Innovación y Desarrollo del Gallo de Corral. Obra pagada por el Gobierno de España. Promovida por el ayuntamiento de Vila de Cruces. Presupuesto: 300.734 euros. 

El inmueble es uno de las muchos que recibieron fondos del Plan E promovido por Zapatero para dar impulso al empleo cuando la economía comenzó a tambalearse. La mayor parte de aquellas ayudas fueron a parar al ladrillo. En este caso a un proyecto donde estaba incluida una sala de sacrificio para matar los pollos de raza Galo de Mos criados de forma artesanal. El problema es que la burocracia y la falta de fondos han dejado la obra parada. 

«Estaría ben que o abrirán para poder ter un matadoiro. Neso é onde estamos pillados porque os que traballan de forma industria matan os polos de favor e entón non podemos comercializar o produto en tendas. Só a particulares na porta da casa», comenta uno de los socios de la cooperativa Cru Galo. La cooperativa nunca recibió ayudas de la administración. «Cando empezamos, hai vinte anos déronnos para comprar polos». Tampoco recibieron nada los productores de Castelo de Alcobre, David y Jorge. Hace tres años emprendieron la aventura de convertirse en criadores de gallo de corral. Compraron un terreno y con sus manos construyeron los corrales. Gastaron unos 30.000 euros. «Non queremos as axudas. O que buscamos é que isto sexa rendible porque para iso emprendes», dicen. De hecho, han hecho unas camisetas en las que puede leerse: «Ovos libres de axudas». 

Su problema es el mismo que el que tienen en Cru Galo. Aunque tienen registro sanitario en la explotación, deben de sacrificar los animales en un matadero. «O problema é que aprobaron unha lei de avicultura artesanal, pero non desenvolveron cómo matar os animais. Temos posto un tope de 400 polos cada doce meses. Os nosos polos tardan nove meses en medrar e pesan máis de tres kilos. Os matadoiros matan centos de polos de kilo e medio ao día. Non lles compensa moito...». No van a rendirse. Continuarán esperando a que el matadero del centro abra. El alcalde dice que le faltan 150.000 euros.