«Que te imputen da la lata y asusta, pero no pueden demostrar el abandono»

Tamara Montero
TAMARA MONTERO REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El problema, dice Marta, es el desconocimiento, que lleva a «mucho mito, el principal es que los niños se aíslan.  No se corresponde con la realidad»

18 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando sus dos hijos mayores empezaron educación infantil, «no iba bien, siempre estaban enfermos, no se adaptaban... hay una serie de indicios y acabas pensando si eso es lo bueno y natural». Marta García decidió que no. Y al final, optó para sus tres hijos por una educación en casa. «Vienen preparados de serie para aprender», explica Marta, y ellos están a su lado en un camino en el que se combina la curiosidad infinita de los pequeños con «la pura necesidad» como la de aprender a leer para saber qué pone en un videojuego y no «porque se lo digo yo». A su hija esa necesidad le surgió a los ocho años, cuando además era lo suficientemente «madura» para entender bien qué estaba aprendiendo, mientras que el sistema educativo tradicional impone a niños de tres, cuatro o cinco años «aprender el código».

«Además, nos dimos cuenta de que necesitan mucha más actividad física de la que les provee un colegio», aclara esta madre, que se enfrentó también a una denuncia por no escolarizar a sus hijos. «Es una incoherencia y un gesto inútil» denunciar a los padres por supuesto abandono. «Da la lata y asusta porque te llegan papeles de imputación, pero en principio no tienen por donde demostrarlo», dice. Esto afecta sobre todo a pequeños que sí fueron escolarizados y retirados del sistema «porque se encuentran un expediente de un niño que no está en el aula». El caso pasa a Servicios Sociales, que «no tienen contemplados estos casos y acaba en la Fiscalía de Menores, que no sabe cómo acusar y al final acusa de abandono».

El problema, dice Marta, es el desconocimiento, que lleva a «mucho mito, el principal es que los niños se aíslan. No se corresponde con la realidad». Es solo que la socialización de los pequeños es distinta y se basa en tener «relaciones fuertes y seguras en el entorno cercano» para después relacionarse con otras personas. Ellos suelen reunirse con varias familias que también educan en casa.