Los dos grupos minoritarios denuncian un intento de aplicarles da mordaza y estudiarán acudir conjuntamente al Tribunal Constitucional
03 feb 2015 . Actualizado a las 15:03 h.El Parlamento gallego retomó este martes su actividad, tras el período no ordinario de enero, y lo hizo con una viva polémica que se dió a conocer públicamente cuando Xosé Manuel Beiras, portavoz de AGE, abandonó la sala de la Xunta de Portavoces tras soltar un par de griotos y dar un portazo para mostrar su desacuerdo con un pacto impulsado por el PP y el PSOE que, en la práctica, reducirá de forma apreciable la voz y el protagonismo de los grupos minoritarios de la Cámara.
La polémica estalló cuando la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo, dio a conocer una nueva propuesta a los grupos sobre el reparto de tiempos de intervención de iniciativas, propuesta aceptada conjuntamente por PP y PSOE, las dos únicas fuerzas que mantendrían el mismo protagonismo parlamentario. El pretexto para hacer este cambio es el acomodo del grupo Mixto, existente ya desde hace un año y que debe tener su propio espacio, pero el portavoz del BNG, Francisco Jorquera, considera que el acuerdo lo que hace es «impoñer un bipartidismo de facto», al que Yolanda Díaz, viceportavoz de AGE, le añadió el calificativo de «rampante»
La propuesta de Rojo, apoyada por los dos grupos representados en la Mesa, lo que hace es recortarle de los plenos a AGE y al BNG cuatro proposiciones no de ley al año, ocho en total, que las ganaría el grupo Mixto. Del mismo modo, cada uno de estos grupos perderían dos interpelaciones por año en pleno, otras dos preguntas urgentes, dos ordinarias, dos preguntas al presidente de la Xunta.
La pataleta del Bloque fue notoria, pues Jorquera arguyó que su grupo no puede convertirse en uno de los damnificados cuando tiene la misma representación que tenía al inicio de la legislatura. Es más, el propósito de Jorquera de mantener el status quo fue explícitamente respaldo por Beiras, desde AGE, y por Consuelo Martínez, desde el Mixto. «É inxusto», dijo esta último, mientras Méndez Romeu, desde el PSdeG, convino que se trataba de «un drama», aunque insistió que el cambio de los cupos de iniciativas es fruto de la «descomposición de AGE».
AGE y BNG unieron su voz para atacar especialmente al PSOE por pactar esta propuesta con el PP, y justo el día después de que a nivel de Estado sellaran su pacto en favor de aplicación de la cadena perpetua para el terrorismo. «Hai unha sitnonía», dijo Beiras, entre la línea de pacto a nivel de Estado y la de Galicia, mientras Yolanda Díaz abundó: «Seguramente nas sesións de control daranse cariñitos».
Y mientras AGE y BNG anunciaron que estudiarán conjuntamente acudir al Tribunal Constitucional para defender sus derechos de representación, Méndez Romeu no se sintió a gusto al verse retratado en un pacto de gran coaliación con el PP. Dijo que hablar de pacto PP-PSOE en los términos en que se hizo «é froito da obnubilación» de los grupos minoritarios, mientras Marta Rodríguez Arias, viceportavoz del PP, tildó de «ridículo» que se pueda hablar de pacto contra las minorías en este asunto.